La pugna entre los escritores publicitarios y las inteligencias artificiales, basadas en lenguaje generativo, apenas ha comenzado.
Si bien es cierto que ChatGPT y otras IA pueden ser una amenaza para un importante sector de los creativos que trabajan con el idioma como herramienta principal, también lo es que, por el momento, incluso los modelos de IA más avanzados carecen de naturalidad.
Haciendo un símil, se puede afirmar que los modelos de lenguaje generativos pueden superar a los copywriter en una carrera corta, pero a la hora de correr una maratón, un humano bien entrenado sigue siendo insuperable para la máquina.
Redefiniendo el rol del copywriter
La creencia de que el trabajo de un redactor publicitario se reduce a generar una frase pegajosa es un error, tal vez originado en la romantización de la publicidad clásica que, después del éxito de Mad Men, llegó a imponer el arquetipo del copywriter a lo Don Draper.
La realidad del sector es muy diferente, sobre todo desde la irrupción de tecnologías como ChatGPT, cuya gran ventaja sobre los escritores publicitarios reside en su enorme capacidad de síntesis y en el hecho de contar con acceso constante a una enciclopedia infinita de referentes.
Por ello, es altamente probable que en una carrera de velocidad para crear un copy, el camino para cualquier modelo de lenguaje generativo como ChatGPT se resuma en el input Just do it (JDI), mientras el tránsito intelectual que debe hacer un redactor publicitario es mucho más largo y está lleno de contrasentidos. Pero incluso con estas herramientas, la IA no logra escribir a la perfección un jingle, un guion, un story board, un brochure, ni tampoco tienen claro cómo se escribe para publicidad exterior.
Ganando la maratón contra ChatGPT
La forma de vencer a ChatGPT es JDI, porque la gran virtud de ChatGPT y los modelos de lenguaje generativo, la síntesis, es también el punto débil de su forma de concebir el mundo. Es decir, un texto complejo escrito por la IA tiene ese dejo que lo señala como no-humano.
Si no estamos hablando del copywriter solo como el autor de un texto breve memorable, sino como el autor de todos los contenidos textuales que preceden al posicionamiento de una marca, la carrera se equilibra gracias a la habilidad humana de juzgar, generar empatía y crear sentido.
Sacar ventaja a la IA es sencillo si el copywriter hace un trabajo intelectual honesto. Conocer su producto, su nicho de mercado y la audiencia a la que va dirigido, es fundamental, pero, sobre todas las cosas, anticipar que la experiencia de usuario es un concepto que está más allá de la máquina y los modelos de lenguaje, porque está anclado en lo sensorial.