El sector del lujo enfrenta una crisis existencial: las ventas caen y las experiencias se vuelven clave para la supervivencia

El sector del lujo enfrenta una crisis existencial: las ventas caen y las experiencias se vuelven clave para la supervivencia
El sec­tor del lujo vive momen­tos de incer­ti­dum­bre. Entre la ines­ta­bi­li­dad glo­bal y los pro­fun­dos cam­bios de natu­ra­le­za cul­tu­ral, este ámbi­to de acti­vi­dad enfren­ta una impor­tan­te cri­sis exis­ten­cial que afec­ta su pro­pia iden­ti­dad y con una gran dosis de pre­sión aña­di­da sobre las mar­cas que lo com­po­nen.

De acuer­do al más recien­te estu­dio de Bain & Com­pany y Alta­gam­ma, las ven­tas en el seg­men­to de los artícu­los de lujo expe­ri­men­ta­ron una con­trac­ción del 1% duran­te el pasa­do 2024. Esta mer­ma habría cre­ci­do aún más duran­te el pri­mer tri­mes­tre de 2025, con una caí­da entre el 1% y el 3%. Y las pro­yec­cio­nes futu­ras son fran­ca­men­te gri­ses: en los siguien­tes meses el pano­ra­ma solo se tor­na­rá más umbrío para el mer­ca­do del lujo, cuyas ven­tas expe­ri­men­ta­rán pre­vi­si­ble­men­te una men­gua de entre el 2% y el 5% en 2025.

Para sor­tear una cri­sis que pare­ce exten­der­se sin visos de amai­nar, Bain & Com­pany y Alta­gam­ma reco­mien­dan en su infor­me a las mar­cas de lujo que dejen “meri­dia­na­men­te cla­ra su pro­po­si­ción de valor apo­yán­do­se en iden­ti­da­des cla­ra­men­te dife­ren­cia­das” y que apues­ten por un “posi­cio­na­mien­to úni­co y pre­ci­so que esté per­fec­ta­men­te ali­nea­do con los deseos y las nece­si­da­des de sus clien­tes”.

Aun­que el gas­to en el mer­ca­do del lujo ha sido siem­pre extra­or­di­na­ria­men­te sen­si­ble a fac­to­res como la incer­ti­dum­bre eco­nó­mi­ca, los pro­ble­mas actua­les invo­lu­cran más que una sim­ple con­ten­ción en el gas­to por par­te de un con­su­mi­dor que, en el con­tex­to actual, está par­ti­cu­lar­men­te pro­pen­so a ajus­tar­se el cin­tu­rón. Suce­de que en el mer­ca­do del lujo no solo se tie­ne en con­tra la incer­ti­dum­bre eco­nó­mi­ca, sino tam­bién una pro­fun­da des­ilu­sión en el plano cul­tu­ral, des­ilu­sión que se agu­di­za entre los jóve­nes ads­cri­tos a la Gene­ra­ción Z, quie­nes cues­tio­nan cada vez más la pro­po­si­ción de valor de las mar­cas del ramo del lujo, bus­can­do auten­ti­ci­dad y sig­ni­fi­ca­do más allá del mero esta­tus.

Las expe­rien­cias: el nue­vo pilar del lujo en una era de cam­bio cul­tu­ral

En los tiem­pos que corren, las expe­rien­cias están adqui­rien­do un pro­ta­go­nis­mo mucho mayor que los pro­duc­tos mis­mos, algo más noto­rio aun en el sec­tor del lujo. Una prue­ba cla­ra de esta ten­den­cia es que, aun­que duran­te el pri­mer tri­mes­tre de 2025 el cre­ci­mien­to de las ven­tas de artícu­los de lujo se ralen­ti­zó con­si­de­ra­ble­men­te, el gas­to con­sa­gra­do a hote­les y res­tau­ran­tes de lujo se man­tu­vo, no obs­tan­te, en nive­les excep­cio­nal­men­te robus­tos. Esto sugie­re que los con­su­mi­do­res de alto poder adqui­si­ti­vo están prio­ri­zan­do viven­cias memo­ra­bles sobre la adqui­si­ción de bie­nes tan­gi­bles.

Lo que se ve cla­ro es que el “enga­ge­ment” del con­su­mi­dor con las mar­cas de lujo lle­va ero­sio­nán­do­se des­de hace tiem­po, al menos des­de 2022, y esta deba­cle es evi­den­te en todos los seg­men­tos demo­grá­fi­cos. De acuer­do con el infor­me de Bain & Com­pany y Alta­gam­ma, las bús­que­das direc­ta­men­te vin­cu­la­das con mar­cas del lujo se han vis­to afec­ta­das por un des­plo­me que han sufri­do más del 40% de las mar­cas. Asi­mis­mo, el cre­ci­mien­to de los “follo­wers” de las mar­cas de lujo en las redes socia­les se ha redu­ci­do en un alar­man­te 90%, y los índi­ces de “enga­ge­ment” en estos cana­les han caí­do preo­cu­pan­te 40% .

Bain & Com­pany y Alta­gam­ma atri­bu­yen estas nota­bles caí­das a una com­bi­na­ción de fac­to­res, como la fati­ga pro­pi­cia­da por los ele­va­dos pre­cios del mer­ca­do del lujo y el estan­ca­mien­to de la crea­ti­vi­dad en este ámbi­to de acti­vi­dad. En este con­tex­to cre­cien­te­men­te adver­so, el infor­me des­ta­ca entre sus suge­ren­cias que las mar­cas del lujo deben apos­tar de mane­ra más deci­di­da por for­ma­tos de natu­ra­le­za expe­rien­cial, por la diver­si­fi­ca­ción de cate­go­rías y por expe­rien­cias que vayan más allá de pro­duc­tos espe­cí­fi­cos. La cla­ve está en ofre­cer algo úni­co y memo­ra­ble que resue­ne con los valo­res del con­su­mi­dor actual.

Los cam­bios en la acti­tud del con­su­mi­dor hacia el lujo están favo­re­cien­do, ade­más, el flo­re­ci­mien­to de mar­cas más nue­vas, más ági­les y más cul­tu­ral­men­te rele­van­tes. Estas mar­cas emer­gen­tes, gra­cias a una com­bi­na­ción de auten­ti­ci­dad, una estra­te­gia moder­na y bue­nas dosis de crea­ti­vi­dad fres­ca, están mejor posi­cio­na­das para conec­tar con el con­su­mi­dor con­tem­po­rá­neo, quien valo­ra la trans­pa­ren­cia y la reso­nan­cia cul­tu­ral.

Fede­ri­ca Leva­to, senior part­ner de Bain & Com­pany, ofre­ce una visión cla­ra del desa­fío: “En tan­to en cuan­to el sec­tor se enfren­ta a un entorno glo­bal cada vez más com­ple­jo, las mar­cas de lujo están aden­trán­do­se en una nue­va eta­pa abso­lu­ta­men­te cru­cial que exi­ge una mayor con­cen­tra­ción, una mayor rele­van­cia cul­tu­ral y un cre­ci­mien­to ancla­do en obje­ti­vos de cre­ci­mien­to muy cla­ros”. Y recal­ca la impor­tan­cia vital de que las mar­cas de lujo res­pon­dan con cla­ri­dad a cues­tio­nes fun­da­men­ta­les como qué son como mar­cas y a quié­nes repre­sen­tan. “Res­pon­der a tales pre­gun­tas con cla­ri­dad y con­vic­ción será fun­da­men­tal para que las mar­cas pue­dan no solo sobre­vi­vir, sino tam­bién lide­rar esta nue­va era de trans­for­ma­ción”, con­clu­ye.

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