Las campañas para las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos empiezan a apretar y con ello, incrementan las diversas acciones de marketing político (directo e indirecto) en apoyo o detrimento de algunos de los dos candidatos: Hillary Clinton y Donald Trump.
Precisamente el candidato republicano repuntó en popularidad en una encuesta revelada por CNN en la que supera por dos puntos a la demócrata, algo que sorprendió a muchos e hizo especular a varios analistas e incluso por otros medios, ya que The Washington Post publicó poco después otro sondeo que da una clara ventaja de Clinton frente a Trump.
Como en todas las naciones y elecciones, los candidatos tienen cierta afinidad o empatía con algunos medios, más en Estados Unidos, donde muchos son abiertamente demócratas o republicanos. Esto se lleva a la ciudadanía que incluye a los influencers que también toman un rol importante.
Tal es el caso de Barbra Streisand, la actriz y cantante que desde hace tiempo manifestó su apoyo a la demócrata Hillary Clinton, y que volvió a atacar a Trump mediante una parodia de la canción Send in the Clowns, adaptada para criticar al polémico republicano, durante un evento de recaudación de fondos para la campaña de la exsecretaria de Estado. El acto fue compartido en redes sociales donde cobró notoriedad.
Pero esta no es la única acción que sobresale en medios como parte de las acciones de marketing político que realizan diversas personalidades en Estados Unidos para apoyar la candidatura de Hillary Clinton y, de paso, aprovechan para atacar a Donald Trump.
El viernes, el cofundador de Facebook, Dustin Moskovitz, prometió donar 20 millones de dólares para derrotar al polémico empresario republicano, sumándose a la lista de emprendedores o empresarios que piden a los estadounidenses no votar por él.
A través de una nota publicada en un blog, Moskovitz calificó a Trump de peligroso y divisivo, además alertó que su campaña por conectar con estadounidenses (en referencia al lema Make America Great Again!) es “muy posiblemente un engaño deliberado”.
El emprendedor de Silicon Valley, que fuera compañero de cuarto de Mark Zuckerberg en Harvard y formó parte del grupo que fundó Facebook, argumenta que la polarización en Estados Unidos ha convertido a las elecciones en algo más que una carrera de “política y de ideas”, se ha convertido en “un referendo sobre lo que queremos como individuos, como nación y como sociedad”.