Es alar­man­te y casi una sen­ten­cia: en el mun­do que­dan ape­nas 73 orcas resi­den­tes del sur, una espe­cie que pare­ce inevi­ta­ble­men­te abo­ca­da a la extin­ción si no imple­men­ta­mos accio­nes para impe­dir­lo. Por esta razón, para con­cien­ciar sobre este pro­ble­ma y recau­dar fon­dos, la filial cana­dien­se de la ONG enfo­ca­da a la pre­ser­va­ción de la natu­ra­le­za WWF y la agen­cia AKQA ha teni­do la feliz idea de lan­zar un puz­le inte­gra­do por 73 pie­zas, que es el mis­mo núme­ro de super­vi­vien­tes de orcas resi­den­tes del sur.

Pro­ta­go­ni­zan esta cam­pa­ña, bau­ti­za­da con el nom­bre de Endan­ge­red Pie­ces, otros tres ani­ma­les que están igual­men­te en peli­gro de extin­ción: los pan­das gigan­tes (1.864 super­vi­vien­tes), los tigres de Suma­tra (400) y los pere­zo­sos pig­meos de tres dedos (79).

Los puz­les de Endan­ge­red Pie­ces tie­nen un cos­te de entre 25 y 35 dóla­res. Y los ingre­sos pro­ce­den­tes de su ven­ta se des­ti­na­rán ínte­gra­men­te a labo­res de con­ser­va­ción.

“Qui­si­mos enfo­car­nos en espe­cies cuya pobla­ción pudie­ra redu­cir­se a núme­ros que cupie­ran en cajas de puz­les. Y aspi­ran­do a conec­tar a una audien­cia lo más amplia posi­ble, bus­ca­mos tam­bién ofre­cer una amplia varie­dad de puz­les de dife­ren­tes gra­dos de difi­cul­tad pro­ta­go­ni­za­dos por ani­ma­les de dis­tin­tas par­tes del glo­bo”, expli­can Axel Nygårds, direc­tor crea­ti­vo aso­cia­do de AKQA, y Simon Mag­nus­son, copyw­ri­ter de la agen­cia.

En la cam­pa­ña han esta­do asi­mis­mo invo­lu­cra­dos el ilus­tra­dor Joce­lin Car­mes y el estu­dio de pro­duc­ción Kühl & Han. El pro­yec­to fue pre­sen­ta­do ofi­cial­men­te en socie­dad el 16 de mar­zo, coin­ci­dien­do con el Día Nacio­nal del Pan­da.

Otro­ra aco­sa­dos por un peli­gro de extin­ción abso­lu­ta­men­te inmi­nen­te, los pan­das gigan­tes han logra­do aumen­tar su pobla­ción últi­ma­men­te gra­cias en par­te a los esfuer­zos de orga­ni­za­cio­nes como WWF. Sin embar­go, los pan­das ter­mi­na­rá extin­guién­do­se como los dino­sau­rios. Y los pro­nós­ti­cos para las otras tres espe­cies repre­sen­ta­das en Endan­ge­red Pie­ces son muy som­bríos.

“Lle­va­mos dis­cu­tien­do sobre la cri­sis a la que se enfren­ta a la bio­di­ver­si­dad des­de hace mucho tiem­po. Y sin embar­go, resul­ta com­pli­ca­do com­pren­der has­ta qué pun­to es crí­ti­ca la situa­ción actual. Con­si­de­ra­mos que la expe­rien­cia tác­til de los puz­les nos per­mi­te sen­tir don­de está en reali­dad el futu­ro de todos estos ani­ma­les: en nues­tras manos. A medi­da que colo­cas pie­zas en estos puz­les, com­pren­des las esca­sas uni­da­des que que­dan en el mun­do de estos her­mo­sos ani­ma­les”, ase­ve­ran Nygårds y Mag­nus­son.

“A todos, ya sean jóve­nes o mayo­res, les gus­tan los puz­les. Por eso ‘Endan­ge­red Pie­ces’ pue­de qui­zás pren­der la mecha de la con­ver­sa­ción y tras­cen­der dife­ren­tes gene­ra­cio­nes con su men­sa­je”, aña­den.

Hace un par de años, coin­ci­dien­do con el con­fi­na­mien­to sola­pa­do a la pan­de­mia, Heinz lan­zó un lla­ma­ti­vo puz­le cuyas pie­zas (570 en total) eran total­men­te idén­ti­cas.