La facturación de WPP, contra el viento y la marea de la inflación, creció más del 12% hasta alcanzar los 5.500 millones de libras (6.530 millones de euros) entre enero y junio.
En línea con los mesurados resultados arrojados por el holding publicitario británico durante el primer semestre del año, WPP ha ajustado al alza sus previsiones de crecimiento para el año 2022. Si en un principio la compañía barajaba un crecimiento de entre el 5,5% y el 6,5%, ahora la previsión es de incrementar sus ingresos entre un 6% y un 7%.
Los ajustes realizados por WPP han sabido, no obstante, a poco a los inversores, que han castigado a los títulos de la compañía con caídas cercanas al 8% en los mercados bursátiles. Pese a todo, WPP dice disponer de una posición muy sólida para afrontar la incertidumbre de los meses venideros
Como otros grandes grupos publicitarios, WPP ha hecho gala de una gran resiliencia en los últimos meses para combatir los efectos negativos de la inflación, que está absolutamente desbocada.
El grupo publicitario insiste en que la demanda de sus servicios es todavía muy abundante, en particular entre los clientes del ramo de la tecnología, el turismo y la salud (exceptuando el mercado chino, donde los confinamientos derivados del coronavirus han debilitado el negocio de la compañía).
“Nos estamos moviendo hacia un entorno más incierto en el plano económico. No hay duda de ello. Creo, no obstante, que nos dirigimos hacia lo que se avecina pertrechados de una posición muy sólida”, explica Mark Read, CEO de WPP.
Durante el segundo trimestre del año WPP echó el guante a cuentas de marcas como Audi, Audible, Danone o Nationwide, y fortaleció su colaboración con la multinacional estadounidense Coca-Cola.