Wieden + Kennedy ya no quiere “workaholics” en su agencia

workaholic2Wie­den + Ken­nedy Lon­dres tie­ne en su haber dece­nas de cam­pa­ñas mul­ti­pre­mia­das en los más exi­gen­tes fes­ti­va­les publi­ci­ta­rios, y se ha gana­do a pul­so la fama de agen­cia bien dota­da de crea­ti­vi­dad. Pero al mis­mo tiem­po, la agen­cia se ha gran­jea­do una pési­ma repu­tación como emplea­do­ra.

Cono­ci­da en el ámbi­to labo­ral como una “explo­ta­do­ra” de talen­tos debi­do a la cos­tum­bre de no pagar por las horas extra de sus tra­ba­ja­do­res, se ha gana­do el joco­so mote de “Wee­kend & Ken­nedy” (por­que es nor­mal pasar allí el fin de sema­na y sin cobrar un cén­ti­mo por ello). Para rever­tir su oscu­ra mala fama, la agen­cia lon­di­nen­se ha sor­pren­di­do recien­te­men­te con una lis­ta de nor­mas para que sus tra­ba­ja­do­res sean más feli­ces (y menos “wor­kaho­lics”).

Wie­den + Ken­nedy Lon­dres quie­re pro­te­ger de sí mis­mos a sus tra­ba­ja­do­res “wor­kaho­lics”, y des­de aho­ra quie­re que cum­plan a raja­ta­bla su jor­na­da sema­nal de 40 horas. Ade­más, para evi­tar que sus emplea­dos ini­cien su jor­na­da labo­ral exce­si­va­men­te pron­to o la con­clu­yan exce­si­va­men­te tar­de, la agen­cia prohi­bi­rá en el trans­cur­so de los pró­xi­mos meses las reunio­nes antes de las 10 de la maña­na y des­pués de las 4 de la tar­de. Y regi­rá tam­bién una nor­ma que prohi­be leer ni enviar correos elec­tró­ni­cos más allá de las 7 de la tar­de.

workaholicPor si fue­ra poco, los direc­ti­vos de Wie­den + Ken­nedy Lon­dres ani­ma­rán a sus subor­di­na­dos a aban­do­nar los vier­nes su pues­to de tra­ba­jo no más tar­de de las 4:30 de la tar­de, para poder dis­fru­tar de fines de sema­na más lar­gos.

Por supues­to, las nue­vas nor­mas tie­nen una razón de ser: alen­tar una mejor cul­tu­ra de tra­ba­jo y luchar así en mejo­res con­di­cio­nes por atra­par los mejo­res talen­tos, por­que no es nin­gún secre­to que gigan­tes tec­no­ló­gi­cos como Goo­gle y Face­book encan­di­lan con fama y sus ele­va­dí­si­mos sala­rios a talen­tos de los que eran (has­ta aho­ra) due­ñas indis­cu­ti­bles las agen­cias de publi­ci­dad. Y vien­do que no pue­den com­pe­tir con esos gigan­tes en tér­mi­nos sala­ria­les, las agen­cias, Wie­den + Ken­nedy en con­cre­to, han deci­di­do jugár­se­lo todo a la car­ta del bien­es­tar de sus emplea­dos y la con­ci­lia­ción de vida labo­ral y vida per­so­nal (en Sili­con Valley se gana mucho, sí, pero se tra­ba­ja aún más que en la indus­tria publi­ci­ta­ria).

Wie­den + Ken­nedy Lon­dres es, lamen­ta­ble­men­te, una más de las agen­cias con fama de “explo­ta­do­ras”. A Bartle Bogle Hegary (BBH) le endo­sa­ron en su día el sobre­nom­bre de “Gri­vous Bodily Harm” (lesio­nes cor­po­ra­les gra­ves) y a 72andSunny la cono­cen en la are­na publi­ci­ta­ria con nada elo­gio­so apo­do de “72andSunday”.

Al amplio port­fo­lio de clien­tes de Wie­den + Ken­nedy Lon­dres per­te­ne­cen, entre otras, mar­cas como Hon­da, Arla, Lur­pak, Nike o Proc­ter & Gam­ble. La cam­pa­ña para Hon­da The Other Side fue, según The Gunn Report, la cam­pa­ña digi­tal más pre­mia­da duran­te el año pasa­do.