La “conspiranoia” ha tendido sus redes esta vez sobre la célebre marca estadounidense de lencería Victoria’s Secret, a raíz de ciertos vídeos virales que pululan alegremente por la red de redes.
Tales vídeos juran y perjuran que los sujetadores de la firma lencera llevan chips para rastrear los pasos de quienes portan esta prenda. Particularmente fragoroso a la hora de dar alas a esta teoría “conspiranoica” ha sido un vídeo publicado en TikTok que acumula casi 3 millones de visualizaciones desde que fuera añadido a esta plataforma el pasado mes de junio. En añadidura, algunos teóricos de la “conspiranoia” aseguran que los chips que hay alojados en los sostenes de Victoria’s Secret están vinculados al tráfico sexual.
La realidad es, sin embargo, mucho más inofensiva. Los chips de rastreo a los que se refieren son en realidad etiquetas RFID utilizadas habitualmente en la industria de la moda para rastrear y gestionar “stock” en la cadena de suministro. Y así lo confirma la organización enfocada al “fact-checking”, Snopes.
Estas etiquetas RFID tienen un radio de acción de apenas unos metros y al no disponer de batería integrada pueden ser utilizadas únicamente y exclusivamente cuando hay un escáner en las inmediaciones, de acuerdo con Snopes.
Por otra parte, YouTube ha creado un panel “fact-checking” que redirige a sus usuarios a las informaciones de Snopes cuando introducen en el cajetín de búsquedas los términos “Victoria’s Secret” y “Tracker”. En dicho panel hay además una indicación clara e inequívoca de que el supuesto rastreo al que somete Victoria’s Secret a sus clientes con las etiquetas RFID de sus prendas es totalmente falso. Así y todo, los vídeos vinculados a esta teoría “conspiranoica” siguen presentes en la plataforma de vídeo de Google, con miles de visualizaciones.
Preguntado por Fast Company sobre la razón por la que tales vídeos no han sido eliminados, YouTube argumenta que solo son apartados de su plataforma aquellos contenidos que violan las normas contra el discurso de odio o constituyen un peligro para la población, lo que no correspondería al caso de los controvertidos vídeos sobre los chips de Victoria’s Secret.
El que algunos consumidores crean en tan descabellados rumores sobre Victoria’s Secret podría deberse a algunas informaciones que lastimaron la reputación de la marca en el pasado. La compañía estadounidense habría estado dominada durante años por una cultura corporativa que supuraba toxicidad y además Jeffrey Epstein se habría valido al parecer de su relación con el fundador de Victoria’s Secret para acceder así a determinadas mujeres.