La con­cien­cia­ción sobre segu­ri­dad vial se mira con mayor inte­rés gra­cias, entre otros fac­to­res, a la inten­sa cam­pa­ña publi­ci­ta­ria que des­de la DGT y las pro­pias mar­cas de vehícu­los han pues­to en mar­cha. Sin embar­go, la mayo­ría de estas accio­nes se enfo­can en los coches, dejan­do un poco fue­ra de esce­na a otros pro­ta­go­nis­tas de las carre­te­ras, como son los ciclis­tas.

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Toyo­ta ha deci­di­do ten­der la mano a los via­je­ros que reco­rren las ciu­da­des en bici­cle­ta crean­do un pro­to­ti­po de bici­cle­ta que, gra­cias a la incor­po­ra­ción de tec­no­lo­gía, ayu­da tan­to al pro­pio ciclis­ta como al res­to de con­duc­to­res a via­jar segu­ros.

Crea­da jun­to a la agen­cia 22squared, la bici­cle­ta inclu­ye varios sen­so­res que detec­tan la cer­ca­nía de un obje­to. De esta mane­ra, una luz ver­de, ama­ri­lla o roja se encen­de­rá para dar a cono­cer al peda­lean­te los peli­gros que tie­ne a su alre­de­dor.

Asi­mis­mo, otra luz delan­te­ra aumen­ta o dis­mi­nu­ye la inten­si­dad al mis­mo rit­mo que lo hace la velo­ci­dad para ofre­cer mayor visi­bi­li­dad del ciclis­ta. El deta­lle más sim­pá­ti­co es la sus­ti­tu­ción del clá­si­co tim­bre por un cla­xon digno de cual­quier vehícu­lo.

“Nues­tro obje­ti­vo era cons­truir algo tan­gi­ble que mos­tra­se el com­pro­mi­so de Toyo­ta con la segu­ri­dad y crea­se con­cien­cia ante un pro­ble­ma alar­man­te que afec­ta a la comu­ni­dad ciclis­ta”, expli­ca Kevin Bot­field, execu­ti­ve crea­ti­ve direc­tor de 22squared.

Y es que, con una media de 1.000 muer­tes de ciclis­tas al año y la tec­no­lo­gía al alcan­ce de la mayo­ría de las com­pa­ñías, ya era hora de que alguien vela­se tam­bién por los dere­chos de aque­llos que, aun­que sin motor, tam­bién reco­rren las carre­te­ras.