Solo una cuarta parte de los creativos es feliz en el trabajo

infSegún un recien­te estu­dio lle­va­do a cabo en Rei­no Uni­do por la empre­sa espe­cia­li­za­da en recur­sos huma­nos Aquent/Vitamin T, ape­nas una cuar­ta par­te de los pro­fe­sio­na­les de la crea­ti­vi­dad y el mar­ke­ting dicen estar feli­ces con su tra­ba­jo. Otra cuar­ta par­te dice estar bus­can­do un nue­vo empleo de mane­ra acti­va, y una ter­ce­ra par­te bara­ja la posi­bi­li­dad de cam­biar de sec­tor de acti­vi­dad.

La infe­li­ci­dad que pulu­la entre los crea­ti­vos y mar­ke­te­ros halla en la fal­ta de pro­gre­sión pro­fe­sio­nal su prin­ci­pal cal­do de cul­ti­vo (35%). La insa­tis­fac­ción es asi­mis­mo azu­za­da por jefes con pési­mas cua­li­da­des de lide­raz­go (15%) y por sala­rios pau­pé­rri­mos (7%).

El 65% de los crea­ti­vos y los mar­ke­te­ros se lamen­tan, por otra par­te, de que la pro­duc­ti­vi­dad se ve seria­men­te las­tra­da en el lugar de tra­ba­jo por la buro­cra­cia, sobre todo a raiz de reunio­nes que se suce­den sin pau­sa.

inf2La pro­duc­ti­vi­dad sufre asi­mis­mo por el ele­va­do volu­men de emails que ate­rri­zan en las ban­de­jas de entra­da de los crea­ti­vos y los mar­ke­te­ros (58%), por las malas acti­tu­des de los miem­bros de los equi­pos de tra­ba­jo (44%) y sor­pren­den­te­men­te tam­bién por la exas­pe­ran­te len­ti­tud de la red de redes (50%).

A la hora de hacer carre­ra en la are­na de la crea­ti­vi­dad y el mar­ke­ting, los tra­ba­ja­do­res se mues­tran más sedu­ci­dos por la cul­tu­ra de la empre­sa don­de van a desa­rro­llar­se pro­fe­sio­nal­men­te que por la segu­ri­dad inhe­ren­te al pues­to que van a asu­mir.

El 42% de los crea­ti­vos y los mar­ke­te­ros admi­te que se unió a su actual o últi­ma empre­sa por­que el pues­to ofre­ci­do le pare­cía sufi­cien­te­men­te exci­tan­te. Y el 46% dice fijar la mira­da en los social media para tra­tar de dilu­ci­dar si deter­mi­na­das empre­sas son due­ñas real­men­te de una cul­tu­ra salu­da­ble de tra­ba­jo.

Tres cuar­tes par­tes de los crea­ti­vos y los mar­ke­te­ros con­fie­san, por otro lado, que acep­ta­ron su actual pues­to de tra­ba­jo cau­ti­va­dos por el mag­ne­tis­mo per­so­nal de su inme­dia­to supe­rior.