Respiración diafragmática: el mejor entrenamiento para el cuerpo y la mente

Respiración diafragmática: el mejor entrenamiento para el cuerpo y la mente

Sien­te, deten­te, son­ríe, vive, bus­ca, rebus­ca la res­pi­ra­ción más pro­fun­da, que dará cal­ma a tu alma y bri­llo a tu caris­ma.

Cuan­do uno se pone ner­vio­so sue­le oír: ‘Relá­ja­te y res­pi­ra’, pero…

¿Cómo hay que res­pi­rar en situa­cio­nes de ansie­dad? ¿Qué hacer ante los ner­vios de hablar en públi­co?

La res­pi­ra­ción dia­frag­má­ti­ca len­ta (abdo­mi­nal o cons­cien­te) es un exce­len­te méto­do para com­ba­tir el estrés y la ansie­dad que nos pro­du­ce expo­ner­nos ante un públi­co, ade­más de ser un efi­cien­te méto­do para mejo­rar nues­tra capa­ci­dad vocal.

Dos de los bene­fi­cios de esta res­pi­ra­ción len­ta, pro­fun­da y rít­mi­ca son:

  • Una rela­ja­ción físi­ca al pro­vo­car un estí­mu­lo refle­jo del sis­te­ma ner­vio­so para­sim­pá­ti­co que pro­du­ce una reduc­ción en los lati­dos del cora­zón y una rela­ja­ción de los múscu­los.
  • Una rela­ja­ción men­tal al haber una mayor oxi­ge­na­ción del cere­bro que redu­ce los nive­les exce­si­vos de ansie­dad. Con­cen­trar­se en la res­pi­ra­ción es un ins­tru­men­to ideal para blo­quear los pen­sa­mien­tos extra­ños, tran­qui­li­zar y poner la men­te en blan­co.

TÉC­NI­CA DE LA RES­PI­RA­CIÓN DIA­FRAG­MÁ­TI­CA LEN­TA

El pri­mer paso es pren­der a res­pi­rar con el dia­frag­ma

Pon una mano sobre el pecho y la otra sobre la boca del estó­ma­go para com­pro­bar que lle­vas el aire has­ta la base de los pul­mo­nes sin mover el pecho.

diafragmaToma aire len­ta­men­te y llé­va­lo a la base de los pul­mo­nes. Tu estó­ma­go y barri­ga se hin­cha­rán un poco pero el pecho no debe mover­se.

  1. Retén un momen­to el aire.
  2. Expúl­sa­lo len­ta­men­te sin mover el pecho.
  3. Man­ten­te rela­ja­do duran­te todo el pro­ce­so pero, en espe­cial, cuan­do suel­tes el aire.

El segun­do paso, res­pi­rar con el dia­frag­ma de mane­ra len­ta

  1. Tomar el aire len­ta­men­te con­tan­do de 1 a 5.
  2. Una vez está el aire en la base de los pul­mo­nes, rete­ner­lo duran­te 3 segun­dos.
  3. Sol­tar el aire len­ta­men­te con­tan­do de 1 a 5.

Reco­men­da­cio­nes para prin­ci­pian­tes

  • Al prin­ci­pio, prac­ti­ca sólo cuan­do estés rela­ja­do y en un ambien­te tran­qui­lo.
  • Mejor res­pi­ra por la nariz, si no eres capaz, haz­lo con la boca entre­ce­rra­da.
  • Para domi­nar la téc­ni­ca, prac­ti­ca 5’ dos veces al día duran­te dos sema­nas. Haz­lo antes de dor­mir por­que rela­ja, y antes de levan­tar­nos por­que ani­ma y des­pe­ja
  • Es más fácil apren­der a res­pi­rar tum­ba­do. Una vez con­tro­les esta posi­ción, prac­ti­ca en otras pos­tu­ras.
  • Una vez con­tro­la­da la res­pi­ra­ción no es nece­sa­rio con­tar.
  • No inten­tes con­tro­lar un exce­so de ansie­dad con la res­pi­ra­ción dia­frag­má­ti­ca len­ta has­ta que no domi­nes la téc­ni­ca.
  • El obje­ti­vo es incor­po­rar esta res­pi­ra­ción a tu vida coti­dia­na sin que te ‘robe’ mucha aten­ción.

“Los hom­bres ver­da­de­ros res­pi­ran des­de los talo­nes”
Chuang Tzu

Belén Avi­la Rodrí­guez de Mier
Coach de comu­ni­ca­ción
Licen­cia­da en publi­ci­dad y rela­cio­nes públi­cas
Mas­ter en direc­ción comer­cial y mar­ke­ting
Doc­to­ran­do en socio­lo­gía
Pro­fe­sor aso­cia­do ESIC
Lin­ke­din
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