Dove ha lle­ga­do a ser una mar­ca de refe­ren­cia en la pro­mo­ción de la dife­ren­cia y la belle­za real, pero no siem­pre acier­ta cuan­do se tra­ta de su estra­te­gia de social media.

Este fin de sema­na la mar­ca de Uni­le­ver incen­dió las redes socia­les tras publi­car un anun­cio en su pági­na de Face­book que ha sido cali­fi­ca­do de racis­ta y que no tar­dó en ser eli­mi­na­do y con una dis­cul­pa públi­ca de la mar­ca.

El polé­mi­co spot mues­tra a una mujer negra con una cami­se­ta en color maqui­lla­je y, al qui­tár­se­la se trans­for­ma en una mujer blan­ca. Una esce­na que nume­ro­sos usua­rios no han duda­do en cri­ti­car dura­men­te a tra­vés de las redes y que ha lle­va­do a la com­pa­ñía a admi­tir su error.

“La ima­gen que publi­ca­mos recien­te­men­te en Face­book no repre­sen­ta­ba ade­cua­da­men­te a las muje­res de color. Pedi­mos dis­cul­pas por la ofen­sa”, escri­bía Dove en su cuen­ta de Face­book que ade­más seña­la­ba que el feed­back de los usua­rios ser­vi­ría como pau­ta de su tra­ba­jo en el futu­ro.

Sin embar­go, las dis­cul­pas no han sido sufi­cien­tes para muchos usua­rios que han con­si­de­ra­do inacep­ta­ble la acción de la mar­ca. Más aún con­si­de­ran­do que no es la pri­me­ra vez que Dove es acu­sa­da de racis­ta en sus cam­pa­ñas pues ya en 2011 se enfren­tó a una polé­mi­ca simi­lar.