Con un for­ma­to amplia­do a 48 selec­cio­nes, la FIFA esti­ma más de 5.000 millo­nes de espec­ta­do­res y 6 millo­nes de asis­ten­tes. La tec­no­lo­gía neu­ro-con­tex­tual, como la de Seed­tag, se impo­ne para des­ci­frar la emo­ción detrás de la con­ver­sa­ción glo­bal.

El Mun­dial de Fút­bol de 2026 se per­fi­la como un acon­te­ci­mien­to sin pre­ce­den­tes en la his­to­ria del depor­te. Ade­más de ser un impor­tan­te tor­neo depor­ti­vo, el even­to pro­me­te mar­car un antes y un des­pués en la for­ma en que las mar­cas se rela­cio­nan con los con­su­mi­do­res, quie­nes con­su­men con­te­ni­do de mane­ra mul­ti­pla­ta­for­ma, impul­sa­dos por una inten­sa ola de emo­cio­nes com­par­ti­das. En este con­tex­to de masas, la cla­ve para cual­quier mar­ca que bus­que ser rele­van­te, lograr cone­xión y resul­ta­dos reales pasa por una com­pren­sión pro­fun­da del entorno con­tex­tual y de las moti­va­cio­nes huma­nas.

El tor­neo se dispu­tará entre el 11 de junio y el 19 de julio de 2026, y por pri­me­ra vez en la his­to­ria, será orga­ni­za­do de mane­ra con­jun­ta por tres paí­ses: Esta­dos Uni­dos, Cana­dá y Méxi­co. Este nue­vo for­ma­to, que amplía la par­ti­ci­pa­ción a 48 selec­cio­nes divi­di­das en 12 gru­pos, será el encuen­tro de fút­bol más exten­so rea­li­za­do has­ta aho­ra, no solo en núme­ro de par­ti­dos, sino tam­bién en ciu­da­des sede y cober­tu­ra glo­bal, con­tan­do con 16 ciu­da­des anfi­trio­nas.

La mag­ni­tud de un even­to glo­bal

Las esti­ma­cio­nes de la FIFA augu­ran cifras que con­so­li­dan la mag­ni­tud de este Mun­dial como el mayor even­to depor­ti­vo jamás cele­bra­do. Se pre­vé que más de seis millo­nes de per­so­nas asis­tan direc­ta­men­te a los esta­dios, con un pro­me­dio de 450.000 visi­tan­tes por cada ciu­dad sede. Esta afluen­cia masi­va lo con­ver­ti­rá en el Mun­dial con mayor asis­ten­cia en la his­to­ria.

La audien­cia glo­bal tam­bién supe­ra­rá todos los récords ante­rio­res. Se espe­ra que el segui­mien­to del tor­neo supere la barre­ra de los cin­co mil millo­nes de espec­ta­do­res. La final, la cús­pi­de del even­to, está pro­yec­ta­da para ser vis­ta en vivo por más de 1.600 millo­nes de per­so­nas.

El con­su­mo de con­te­ni­do digi­tal es otro fac­tor deter­mi­nan­te en la ampli­fi­ca­ción del even­to. Actual­men­te, el con­su­mo a tra­vés de dis­po­si­ti­vos móvi­les y pla­ta­for­mas digi­ta­les ya repre­sen­ta alre­de­dor del 30% de la audien­cia total. Esta cifra está en cons­tan­te ascen­so, espe­cial­men­te entre las audien­cias más jóve­nes y en los mer­ca­dos emer­gen­tes, impul­sa­da por la faci­li­dad de la trans­mi­sión en strea­ming, el uso de apli­ca­cio­nes depor­ti­vas y el acce­so en tiem­po real a tra­vés de smartpho­nes y tablets.

Méxi­co, un eje cen­tral y social

Méxi­co ocu­pa un lugar cen­tral como país coor­ga­ni­za­dor, con tres ciu­da­des anfi­trio­nas que con­cen­tra­rán gran par­te de la aten­ción mediá­ti­ca y el flu­jo turís­ti­co. En la cul­tu­ra mexi­ca­na, la impor­tan­cia del even­to tras­cien­de lo depor­ti­vo: se esti­ma que el 70% de los mexi­ca­nos con­si­de­ra el Mun­dial un momen­to espe­cial para reu­nir­se con fami­lia y ami­gos.

Este pode­ro­so com­po­nen­te social repre­sen­ta una opor­tu­ni­dad úni­ca para que las mar­cas se posi­cio­nen de mane­ra autén­ti­ca, inte­grán­do­se como par­te de esas expe­rien­cias com­par­ti­das, en lugar de sim­ple­men­te apa­rez­can con publi­ci­dad intru­si­va.

Ante este pano­ra­ma com­ple­jo y lleno de opor­tu­ni­da­des, Seed­tag, la empre­sa glo­bal de publi­ci­dad neu­ro-con­tex­tual, ha pre­sen­ta­do un aná­li­sis deta­lla­do sobre las prin­ci­pa­les ten­den­cias y audien­cias que defi­ni­rán el pul­so del Mun­dial 2026. La com­pa­ñía ha iden­ti­fi­ca­do cin­co seg­men­tos que esta­rán pro­ta­go­ni­zan­do la con­ver­sa­ción, refle­jan­do moti­va­cio­nes y com­por­ta­mien­tos de con­su­mo diver­sos: aman­tes del fút­bol, día del par­ti­do, lifesty­le del mun­dial, via­je­ros y pro­mo­ción del Mun­dial.

Estos seg­men­tos demues­tran que el uni­ver­so de con­te­ni­do gene­ra­do en torno al tor­neo es vas­to y va más allá de la can­cha. Abar­ca des­de el segui­mien­to minu­cio­so de equi­pos y juga­do­res has­ta la bús­que­da acti­va de expe­rien­cias gas­tro­nó­mi­cas, cul­tu­ra­les y turís­ti­cas vin­cu­la­das a las sedes. Solo en los seg­men­tos direc­ta­men­te liga­dos al fút­bol ya se regis­tran más de 250.000 artícu­los publi­ca­dos y casi 80 millo­nes de visi­tas, con temas que van des­de la infra­es­truc­tu­ra y el impac­to eco­nó­mi­co del even­to en Méxi­co, has­ta la con­fluen­cia evi­den­te entre depor­te, músi­ca, moda y tec­no­lo­gía, que con­so­li­da al fút­bol como un ele­men­to esen­cial de la cul­tu­ra pop glo­bal.

El poder de la neu­ro-con­tex­tua­li­dad

Para nave­gar esta inmen­si­dad de datos y con­ver­sa­ción, Seed­tag uti­li­za un enfo­que de publi­ci­dad neu­ro-con­tex­tual. Esta tec­no­lo­gía com­bi­na los prin­ci­pios de la neu­ro­cien­cia con su agen­te de inte­li­gen­cia arti­fi­cial, Liz, con el fin de inter­pre­tar en tiem­po real el inte­rés, la emo­ción y la inten­ción real de las audien­cias.

Esta sofis­ti­ca­da apro­xi­ma­ción per­mi­te a las mar­cas tras­cen­der los méto­dos tra­di­cio­na­les de seg­men­ta­ción y conec­tar con los con­su­mi­do­res de mane­ra pri­vacy-first (res­pe­tuo­sa con la pri­va­ci­dad) a lo lar­go de todo el embu­do de con­ver­sión y en entor­nos pre­mium de CTV, video y open web.

Manuel Mora­les, Country Mana­ger de Seed­tag Méxi­co, opi­na sobre la natu­ra­le­za cul­tu­ral del even­to: “El Mun­dial 2026 será mucho más que un tor­neo depor­ti­vo: será una expe­rien­cia cul­tu­ral total que reúne a millo­nes de per­so­nas en torno al fút­bol, la músi­ca, la moda y la gas­tro­no­mía. Gra­cias a nues­tra tec­no­lo­gía neu­ro-con­tex­tual, ayu­da­mos a las mar­cas a inte­grar­se de for­ma natu­ral en esos momen­tos, com­pren­dien­do la emo­ción y la inten­ción detrás de cada inter­ac­ción”.

El reto para el eco­sis­te­ma de mar­cas es pasar de la sim­ple pre­sen­cia a la cone­xión autén­ti­ca. Este even­to tri­par­ti­to, con su mag­ni­tud sin pre­ce­den­tes, pre­mia­rá la inte­li­gen­cia estra­té­gi­ca y la empa­tía.

Mora­les con­clu­ye con una visión estra­té­gi­ca de futu­ro: “Con 48 selec­cio­nes nacio­na­les en com­pe­ten­cia, es impo­si­ble anti­ci­par quién levan­ta­rá la copa. En el terreno de las mar­cas, en cam­bio, el triun­fo será para aque­llas que logren com­pren­der con mayor pro­fun­di­dad a sus audien­cias, los con­tex­tos en los que pue­den conec­tar con ellas y los intere­ses, emo­cio­nes e inten­cio­nes que sus men­sa­jes sean capa­ces de acti­var. Solo así podrán gene­rar víncu­los autén­ti­cos y esca­la­bles que se tra­duz­can en resul­ta­dos con­cre­tos para el nego­cio”.