Microanuncios, una estrategia visual que nunca falla

Microanuncios, una estrategia visual que nunca falla

micrLa for­ma de comu­ni­car­nos ha ido evo­lu­cio­nan­do con el paso del tiem­po; sin embar­go, lo que nun­ca va a cam­biar es el hecho de todos los seres huma­nos en este uni­ver­so somos 100% visua­les. Esto pasa pues­to que en oca­sio­nes el nivel de aten­ción es muy cor­to, pero no esta­mos hablan­do de capa­ci­da­des men­ta­les sino de vola­ti­li­dad de pen­sa­mien­to que debi­do a las pri­sas se redu­ce con­si­de­ra­ble­men­te.

Toman­do en cuen­ta lo ante­rior, las empre­sas han incor­po­ra­do a sus estra­te­gias de mar­ke­ting digi­tal mate­rial grá­fi­co, espe­cial­men­te el for­ma­to de vídeo de dis­tin­ta dura­ción, y aun­que les ha ser­vi­do para atraer más clien­tes se han dado cuen­ta que no es sufi­cien­te para ellos, ¿cómo cap­tar toda la aten­ción de tu audien­cia? Al efec­tuar esta tác­ti­ca como en muchas otras, debes tomar en cuen­ta a que públi­co le estás hablan­do.

Por ejem­plo para un millen­nial, y muy espe­cial­men­te con ellos, se requie­ren al menos 15 segun­dos para impul­sar las métri­cas de per­sua­sión, pues los anun­cios fun­cio­nan de mane­ra dis­tin­ta en fun­ción de su dura­ción, por lo que es fun­da­men­tal desa­rro­llar una estra­te­gia crea­ti­va según la dura­ción de la publi­ci­dad en vídeo.

Según cifras de Sta­tis­ta, el gas­to en anun­cios de vídeo onli­ne a nivel mun­dial en 2016 fue de 20.720 millo­nes de dóla­res y este año se pien­sa que habrá un aumen­to de al menos 15% glo­bal. Los micro­anun­cios se han vuel­to una for­ma bre­ve de man­dar men­sa­jes con con­te­ni­do peque­ño pero de cali­dad, dicien­do lo bási­co para tener a la audien­cia aten­ta por un par de minu­tos.

Este tipo de anun­cios cor­tos le sir­ven a las mar­cas, las empre­sas y los medios de comu­ni­ca­ción que quie­ren impul­sar de mane­ra más rápi­da su nom­bre, si efec­ti­va­men­te tu tar­get son los millen­nials esta estra­te­gia es la indi­ca­da, pues ellos desean con­te­ni­do bre­ve y res­pon­den mejor, pues tie­nen mayor pre­dis­po­si­ción a ver publi­ci­dad de mayor cali­dad y entre­te­ni­mien­to, que los con­su­mi­do­res de gene­ra­cio­nes ante­rio­res.