Meta bajo fuego: la cancelación de la verificación de datos genera memes y críticas

Meta bajo fuego: la cancelación de la verificación de datos genera memes y críticas
El cam­bio en la polí­ti­ca de mode­ra­ción de con­te­ni­dos de Face­book e Ins­ta­gram anun­cia­do por Mark Zuc­ker­berg ha levan­ta­do polé­mi­ca y, por supues­to, ha ins­pi­ra­do muchos memes. Y es que la deci­sión de Meta de eli­mi­nar su pro­gra­ma de veri­fi­ca­ción de datos en Esta­dos Uni­dos ha des­ata­do una ola de reac­cio­nes en la red, que van des­de la indig­na­ción has­ta el humor mor­daz.

Des­de 2016, la mode­ra­ción en las pla­ta­for­mas de Meta en Esta­dos Uni­dos había sido rea­li­za­da por orga­ni­za­cio­nes inde­pen­dien­tes, cono­ci­das como fact-chec­kers. Sin embar­go, este sis­te­ma ha sido sus­ti­tui­do por las lla­ma­das “notas de comu­ni­dad”, una estra­te­gia que dele­ga en los pro­pios usua­rios la tarea de seña­lar y adver­tir sobre posi­bles des­in­for­ma­cio­nes. Este mode­lo es pare­ci­do al que emplea X (antes Twit­ter), la red social de Elon Musk, que ha enfren­ta­do duras crí­ti­cas por su inca­pa­ci­dad para fre­nar la pro­li­fe­ra­ción de noti­cias fal­sas.

Zuc­ker­berg expli­có que la deci­sión res­pon­de a la sos­pe­cha de que los “fact-chec­kers” esta­ban “dema­sia­do poli­ti­za­dos” y por ello habían ero­sio­na­do aún más la con­fian­za en Meta. “Su tra­ba­jo con­tri­bu­yó más a des­truir la con­fian­za en la pla­ta­for­ma que a apun­ta­lar­la”, sos­tu­vo el eje­cu­ti­vo, quien lle­gó a afir­mar que la acti­vi­dad de estas orga­ni­za­cio­nes era un acto de cen­su­ra.

Crí­ti­cas a Meta por cen­su­rar con­te­ni­do polí­ti­co

La eli­mi­na­ción del pro­gra­ma de veri­fi­ca­ción de datos se per­ci­be como un movi­mien­to estra­té­gi­co de Zuc­ker­berg para con­gra­ciar­se con Donald Trump, quien será inves­ti­do pre­si­den­te de Esta­dos Uni­dos el 20 de enero, dado que en el pasa­do el man­da­ta­rio repu­bli­cano lan­zó acu­sa­cio­nes sobre la cen­su­ra que la com­pa­ñía ejer­cía ante publi­ca­cio­nes de los polí­ti­cos con­ser­va­do­res.

Ade­más, se espe­ra que Zuc­ker­berg asis­ta a la cere­mo­nia de inves­ti­du­ra de Trump, lo que ha ali­men­ta­do las crí­ti­cas sobre un supues­to ali­nea­mien­to ideo­ló­gi­co con el líder repu­bli­cano. Para muchos, esta cer­ca­nía seña­la un preo­cu­pan­te cam­bio de direc­ción en la pos­tu­ra de la com­pa­ñía res­pec­to a la mode­ra­ción de con­te­ni­dos y la lucha con­tra la des­in­for­ma­ción.

La res­pues­ta: humor áci­do y memes

En medio de la con­tro­ver­sia, los memes, recur­so habi­tual de la cul­tu­ra digi­tal, han ser­vi­do para expre­sar el males­tar de los usua­rios hacia Meta y su CEO. En pla­ta­for­mas como X, Red­dit y Tik­Tok, abun­dan las imá­ge­nes y videos que sati­ri­zan la deci­sión de la empre­sa, mez­clan­do “fake news” con crí­ti­cas al lide­raz­go de Zuc­ker­berg.

Uno de los memes más vira­les mues­tra a Zuc­ker­berg trans­for­ma­do en un per­so­na­je fic­ti­cio, rodea­do de titu­la­res absur­dos y fal­sos, como una crí­ti­ca direc­ta al nue­vo sis­te­ma de “notas de comu­ni­dad”. Otro mon­ta­je áci­do, retra­ta a Trump y Zuc­ker­berg estre­chán­do­se la mano, acom­pa­ña­dos de un pie de foto que iro­ni­za sobre la supues­ta cola­bo­ra­ción entre ambos para des­re­gu­lar el con­trol de con­te­ni­dos en las redes socia­les.

Opi­nio­nes diver­sas y expec­ta­ti­vas para el futu­ro

Se han abier­to dos fren­tes de opi­nión. Por un lado, los exper­tos en des­in­for­ma­ción han mos­tra­do preo­cu­pa­ción por el impac­to de estos caam­bios en el eco­sis­te­ma digi­tal. Aun­que el sis­te­ma de “notas de comu­ni­dad” podría fomen­tar la par­ti­ci­pa­ción acti­va de los usua­rios en la mode­ra­ción de con­te­ni­dos, tam­bién abre la puer­ta a posi­bles abu­sos y a la difu­sión masi­va de noti­cias fal­sas.

Por su par­te, los defen­so­res de la medi­da argu­men­tan que Meta está prio­ri­zan­do la liber­tad de expre­sión al per­mi­tir que los pro­pios usua­rios deci­dan qué infor­ma­ción es veraz o no. Sin embar­go, las expe­rien­cias pre­vias con mode­los simi­la­res, como el de X, han demos­tra­do que este enfo­que resul­ta inefi­caz para com­ba­tir la des­in­for­ma­ción a gran esca­la.

Meta, mien­tras tan­to, con­fía en que este cam­bio ayu­da­rá a recu­pe­rar la con­fian­za de los usua­rios y a for­ta­le­cer el com­pro­mi­so con la liber­tad de expre­sión. En pala­bras de Zuc­ker­berg, “los usua­rios serán la mejor herra­mien­ta para garan­ti­zar la vera­ci­dad de los con­te­ni­dos en nues­tras pla­ta­for­mas”.

¿Un giro estra­té­gi­co o un retro­ce­so?

La can­ce­la­ción del pro­gra­ma de “fact-chec­king” repre­sen­ta un momen­to cla­ve para Meta en su rela­ción con los usua­rios, espe­cial­men­te en un momen­to en el que la lucha con­tra la des­in­for­ma­ción sigue sien­do uno de los mayo­res desa­fíos para las pla­ta­for­mas digi­ta­les.

Con su deci­sión, Meta se une a la ten­den­cia cre­cien­te que abra­zan las gran­des empre­sas tec­no­ló­gi­cas de dele­gar la res­pon­sa­bi­li­dad de la mode­ra­ción en las comu­ni­da­des de usua­rios. Sin embar­go, las crí­ti­cas y el des­con­ten­to gene­ra­li­za­do indi­can que el camino hacia una mayor liber­tad de expre­sión será empi­na­do, espe­cial­men­te si va acom­pa­ña­do de un aumen­to de la des­in­for­ma­ción.

El tiem­po dirá si este con­tro­ver­ti­do movi­mien­to de Meta logra­rá equi­li­brar la liber­tad de expre­sión con la res­pon­sa­bi­li­dad de ofre­cer un entorno digi­tal segu­ro y con­fia­ble, o si, por el con­tra­rio, mar­ca­rá un retro­ce­so en la lucha con­tra las “fake news”.