Marketing olfativo, una forma muy eficaz de vincular al cliente

Marketing olfativo, una forma muy eficaz de vincular al cliente

Por David Carras­co­sa Men­do­za

Algu­nos estu­dios publi­ca­dos han demos­tra­do que las per­so­nas tien­den a recor­dar sola­men­te el 5% de lo que ven, el 20% de lo que sien­ten, el 1% de lo que tocan y el 35% de lo que hue­len. Esto demues­tra el hecho de que el olfa­to es el sen­ti­do más poten­te y que no se pue­de “des­co­nec­tar”. Por eso, como uno de los obje­ti­vos de cual­quier empre­sa es que sus clien­tes le recuer­den, es intere­san­te inda­gar en el mun­do del mar­ke­ting olfa­ti­vo y en cómo las fra­gan­cias ade­cua­das pue­den mejo­rar los resul­ta­dos de ven­ta de nues­tros nego­cios.

Segu­ro que esta­mos de acuer­do en el poder del sen­ti­do del olfa­to, a todos nos des­agra­da entrar en un esta­ble­ci­mien­to que tie­ne mal olor (a basu­ras, tube­rías, hume­dad, etc.) y por el con­tra­rio nos des­pier­ta el ape­ti­to entrar en una taho­na y que hue­la a pan recién hor­nea­do. Tam­bién es muy fre­cuen­te que un olor nos tras­la­de al pasa­do, por ejem­plo a momen­tos de la infan­cia. ¿Y si pudié­se­mos con­se­guir que nues­tros clien­tes  se sin­tie­ran más a gus­to al com­prar en nues­tra tien­da que en otra? ¿O que aso­cia­sen nues­tra mar­ca a un aro­ma exclu­si­vo que le hicie­se más fiel a la mis­ma y –como sue­le decir­se- recha­za­se imi­ta­cio­nes? Eso es lo que se con­si­gue con el mar­ke­ting olfa­ti­vo.

Las téc­ni­cas del mar­ke­ting olfa­ti­vo con­si­guen ampli­fi­car el reco­no­ci­mien­to del entorno y pue­den enta­blar una cone­xión dura­ble y emo­ti­va con el con­su­mi­dor. Usar un aro­ma ade­cua­do pre­dis­po­ne al clien­te a una mayor sere­ni­dad, un mayor bien­es­tar emo­ti­vo lle­ván­do­le a man­te­ner­se por más tiem­po en ese lugar y con acti­tu­des mucho más recep­ti­vas, aumen­tan­do por tan­to la posi­bi­li­dad comer­cial.

Ade­más de los aro­mas tra­di­cio­na­les estan­da­ri­za­dos, algu­nos fabri­can­tes desa­rro­llan ambien­tes pro­pios com­bi­nan­do emo­cio­nes, como la mar­ca ita­lia­na “Be Olfac­tory Bran­ding” don­de tam­bién crean fra­gan­cias por encar­go más allá de aro­mas agra­da­bles, pudien­do lograr ‑por decir­lo de algún modo- el dise­ño del aire para que el esta­ble­ci­mien­to hue­la a lo que más le pue­da ayu­dar a ven­der. Por ejem­plo, una tien­da de chi­me­neas tie­ne más posi­bi­li­da­des de ven­der si hue­le a cáli­do hogar calen­ta­do con leña, o una agen­cia de via­jes con aro­mas que recuer­den a la pla­ya, acti­van­do así en el cere­bro las sen­sa­cio­nes de estar ya en la pla­ya, etc.

Pero ¿qué asun­tos deben tener­se en cuen­ta antes de “ambien­tar” un espa­cio? Pri­me­ro habría que dis­tin­guir entre apa­ra­tos ambien­ta­do­res que pul­ve­ri­zan los olo­res por el aire del local y máqui­nas que nebu­li­zan las fra­gan­cias. Los pri­me­ros no los reco­mien­do por­que no dejan de ser el típi­co ambien­ta­dor en spray, pero con movi­mien­to auto­má­ti­co, arro­jan­do par­tí­cu­las más pesa­das que el aire que ense­gui­da des­cien­den al sue­lo. Los segun­dos son sis­te­mas de nebu­li­za­do, es decir, las fra­gan­cias son con­ver­ti­das en par­te del aire, con el mis­mo peso, por lo que se man­tie­nen flo­tan­do en el ambien­te por lar­go tiem­po, ade­más pue­den ser incor­po­ra­dos a los sis­te­mas de ven­ti­la­ción y cli­ma­ti­za­ción del local para su opti­mi­za­ción de uso y, de paso, su ocul­ta­ción deco­ra­ti­va.

Tam­bién con­vie­ne tener en cuen­ta la cali­dad de la mate­ria pri­ma con que se ela­bo­ren las fra­gan­cias, ya que eso es fun­da­men­tal para lograr con­ver­tir el ambien­te en un estí­mu­lo de ven­tas. Los mejo­res fabri­can­tes usan acei­te de esen­cias 100% natu­ral, sin solu­bi­li­zan­tes ni adi­ti­vos, extraí­do o des­ti­la­do direc­ta­men­te de la natu­ra­le­za y pre­pa­ra­do para ser difun­di­do en el ambien­te. Estas pro­pie­da­des natu­ra­les tam­bién garan­ti­zan su pro­pie­dad anti-bac­te­rias, redu­cien­do de mane­ra sig­ni­fi­ca­ti­va la difu­sión de bac­te­rias dis­per­sas en el aire.

Este tipo de téc­ni­cas crean expe­rien­cias memo­ra­bles en los clien­tes, expe­rien­cias que que­dan liga­das a tu mar­ca o tien­da median­te el olfa­to en su memo­ria, usan­do de los cin­co sen­ti­dos que posee el ser humano, el que mejor con­ser­va los recuer­dos.

David Carras­co­sa Men­do­za
Mar­ke­ting Pano­rá­mi­co by elmetodoclave.com ®
Twit­ter: @DCarrascosaMend