En una polémica decisión, la Food and Drug Administration de Estados Unidos (FDA) se dedicará por primera vez a estudiar el caso de los cigarrillos electrónicos, en un intento de controlar una industria que ha crecido rápidamente en los últimos años.
El Congreso concedió a la FDA autoridad para supervisar los productos de tabaco en 2009, pero es ahora que la agencia ha concluido la elaboración de las reglas para regular los e‑cigarettes y los cigarros.
Las nuevas regulaciones cubren productos que van desde cigarros y tabaco para pipas, hasta las “lapiceras” de vapor y los vaporizadores recargables. Las reglas prohíben las ventas a menores y las muestras gratis, obligan a ubicar advertencias en los paquetes y llaman a los fabricantes de productos lanzados después de 2007 a buscar el permiso de la FDA para permanecer en los estantes de los comercios.
Las normas impactarán a grandes compañías como Reynolds American y Altria Group, y también a jugadores más pequeños de la industria de e‑cigarettes y el vapor, que fue valuada en 5.200 millones de dólares en 2015.
La regulación se hizo realmente necesaria a medida que el crecimiento de estos rubros contrastaba con las tasas declinantes de los cigarrillos tradicionales, afirmaron funcionarios de la salud.
“Mientras el uso de cigarrillos por parte de menores de 18 años ha caído, la utilización de otros productos de nicotina, incluyendo los e‑cigarettes, ha dado un fuerte salto”, dijo Sylvia Burwell, secretaria de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. “Todo esto está creando una nueva generación de estadounidenses que corre el riesgo de la adicción”.
Flagrantes prácticas
“Las regulaciones son un movimiento en la dirección correcta, y se hacen necesarias acciones adicionales de la FDA para reducir la atracción que ejercen los productos de tabaco sobre la gente joven”, dijo la American Cancer Society Cancer Action Network.
“La FDA debería tomar inmediatas acciones para tratar el tema del atractivo de los sabores para la juventud en todos los productos y las flagrantes prácticas de marketing de la industria”, manifestó en un comunicado Chris Hansen, presidente del grupo. “La industria del tabaco ha sacado una completa ventaja de la falta de regulaciones en estos temas”, sentenció.
Las compañías tendrán 24 meses para presentar aplicaciones previas al mercado para sus productos, según la norma. La FDA entonces tendrá un año para revisar esa información, durante el cual los productos podrán permanecen a la venta.
Los fabricantes “estaban buscando este compromiso”, dijo Kenneth Shea, un analista de Bloomberg Intelligence. “La pregunta crítica que nadie realmente sabe contestar ahora es si la FDA llegará a la conclusión de que estos nuevos productos son o no seguros para la salud”.
La acción de la FDA es el comienzo de “un proceso crítico para mejorar drásticamente la salud pública del país”, afirmó David Howard, vocero de la tabacalera Reynolds. “Los fumadores deberían tener información y educación precisas sobre los productos que son potencialmente menos riesgosos que los cigarrillos”, añadió en un email. “Esperamos discutir con la FDA cómo establecer mejor una estructura razonable para revisar y aprobar los nuevos productos, para que los beneficios para la salud pública puedan alcanzarse rápidamente”.
Aunque Atria todavía está estudiando las reglas, la compañía quiere que la FDA cambie el año después del cual tienen que ser revisados los nuevos productos para una fecha posterior a 2007, y apoya una legislación que está ahora en el Congreso para tal efecto, dijo Steve Callahan, un portavoz de la compañía.
Para bloquear las reglas
Los republicanos se movieron el mes pasado para bloquear la regulación de la FDA, al agregar lenguaje a un borrador de la FDA que podría llegar a la Cámara Baja en los próximos días. El Comité de Apropiación del Senado tiene todavía que trabajar en su versión de la ley.
Las reglas son “sólo otro ejemplo del exceso regulatorio del gobierno de Obama y de su mentalidad absolutamente intrusiva”, dijo el representante Tom Cole, republicano de Oklahoma, en una declaración. El lenguaje del texto de la FDA que él propone “provee el mismo esquema para los nuevos productos del tabaco sin la necesidad de sujetar a los pequeños negocios a regulaciones innecesarias y sin tratar como chicos ingenuos a los adultos que cumplen las leyes”.
El uso del e‑cigarette entre los estudiantes secundarios creció un 900% entre 2010 y 2015, dijo la FDA el 5 de mayo, citando un estudio previo realizado por el Centers for Disease Control and Prevention. Alrededor del 16% de ese grupo ahora usa estos productos, según el estudio.
La FDA informó en 2014 que la entidad crearía reglas por las cuales los cigarrillos electrónicos tendrían que pasar por una revisión para permanecer en el mercado. Cuando fue nombrado para presidir la FDA este año, Robert Califf, un cardiólogo, dijo que las reglas eran necesarias y “de próxima aparición”.
“Estamos pensando en esto como el primer paso de una serie de trabajos que deben ser efectuados”, manifestó Robin Koval, chief executive officer del Truth Initiative, un grupo sin fines de lucro dedicado a terminar con el uso del tabaco. “El ‘salvaje oeste’ está llegando a su fin, y eso es bueno para todos”.