Las amenazas y oportunidades para las marcas que llegan con el coronavirus

Las amenazas y oportunidades para las marcas que llegan con el coronavirus

La cri­sis resul­tan­te por el con­fi­na­mien­to será bru­tal en el plano finan­cie­ro y tam­bién en el plano social, es lo que con­clu­ye un recien­te estu­dio lle­va­do a cabo en Ale­ma­nia por Pilot.

El COVID-19 pare­ce haber des­per­ta­do no solo la soli­da­ri­dad de la mar­cas, sino tam­bién del con­su­mi­dor. La mitad de los con­su­mi­do­res con­sul­ta­dos en su infor­me por Pilot ase­gu­ra haber bus­ca­do acti­va­men­te el bien común, rea­li­za­do dona­cio­nes y apo­ya­do al comer­cio local en el trans­cur­so de los últi­mos dos meses.

En esta mis­ma línea, el 21% de los con­su­mi­do­res dice haber­se invo­lu­cra­do en redes de apo­yo veci­nal y el 8% tie­ne inten­ción de seguir hacién­do­lo. De mane­ra simi­lar, el 45% de los con­su­mi­do­res dice haber com­pra­do comi­da para lle­var para pro­cu­rar sopor­te a los res­tau­ran­tes loca­les y el 10% con­ti­nua­rá hacién­do­lo en las pró­xi­mas sema­nas.

Se obser­va tam­bién que, a medi­da que las res­tric­cio­nes se rela­jan, decre­ce el inte­rés del con­su­mi­dor por el con­su­mo de medios, que se man­tie­ne, no obs­tan­te, en nive­les por enci­ma de la media. Para las mar­cas esto sig­ni­fi­ca que sus cam­pa­ñas con­ti­núan bene­fi­cián­do­se de un alcan­ce extra en los medios. Con­vie­ne hacer notar asi­mis­mo que cre­ce la rele­van­cia del smartpho­ne como inse­pa­ra­ble com­pa­ñe­ro de fati­gas del con­su­mi­dor.

Con la deses­ca­la­da, la vida pare­ce haber reto­ma­do por fin la sen­da de la nor­ma­li­dad y se deja notar en los hábi­tos del con­su­mi­dor, que varían, no obs­tan­te, en fun­ción de su situa­ción finan­cie­ra. Entre aque­llos que se sien­ten segu­ros en el plano eco­nó­mi­co se obser­va una mayor pre­dis­po­si­ción a aumen­tar gra­dual­men­te el gas­to. En cam­bio, casi la mitad de los con­su­mi­do­res que se sien­ten afec­ta­dos por la cri­sis tie­ne inten­ción de limi­tar sus gas­tos a lar­go pla­zo.

En con­se­cuen­cia, la per­cep­ción del con­su­mi­dor de los pro­duc­tos que arro­ja o no en el carri­to de la com­pra tam­bién cam­bia, pues­to que es mucho más cons­cien­te que antes de aque­llo que nece­si­ta y de aque­llo de lo que pue­de fácil­men­te pres­cin­dir. Esto quie­re decir que el valor finan­cie­ro de los pro­duc­tos de mar­ca esta­rá a mer­ced de no pocas pre­sio­nes. Aun así, si las mar­cas son capa­ces de anti­ci­par­se a estas ten­den­cias halla­rán opor­tu­ni­da­des para ellas.

Por esta razón las mar­cas debe­rían acep­tar el desa­fío y desa­rro­llar estra­te­gias orien­ta­das al valor en pre­vi­sión de la rece­sión que pare­ce que se ave­ci­na. “Si la temi­da rece­sión eco­nó­mi­ca ter­mi­na mate­ria­li­zán­do­se, habrá tam­bién una fuer­te pola­ri­za­ción social”, expli­ca Mar­ti­na Voll­behr, mana­ging direc­tor de Pilot. “Las mar­cas pue­den actuar de nexo entre las per­so­nas, pues­to que el con­su­mo es una par­te ele­men­tal de nues­tra socie­dad. Aun así, esta­mos obser­van­do un decli­ve de la rele­van­cia de las mar­cas en este ámbi­to”, aña­de Voll­behr.

Para con­tra­rres­tar la cre­cien­te pre­sión por el pre­cio es vital empla­zar las mar­cas en un con­tex­to ver­da­de­ra­men­te rele­van­te para el con­su­mi­dor y poner sobre la mesa argu­men­tos de peso para mover­le a la com­pra. “Aho­ra es el momen­to de eva­luar los valo­res sola­pa­dos a las orga­ni­za­cio­nes y ali­near­los con la estra­te­gia de mar­ca de una mane­ra creí­ble”, argu­men­ta Voll­behr.

En tér­mi­nos gene­ra­les, el con­su­mi­dor sigue mos­trán­do­se, bas­tan­te abier­to a la publi­ci­dad. El 51% no hace ascos a posar sus ojos en los anun­cios.

Está igual­men­te en pri­mer plano la sos­te­ni­bi­li­dad. El 56% de los con­su­mi­do­res espe­ra un cam­bio posi­ti­vo en el con­su­mo, entron­can­do con la cada vez más escu­rri­di­za sos­te­ni­bi­li­dad, como con­se­cuen­cia de la cri­sis del coro­na­vi­rus.