La nueva amenaza para el comercio tradicional que llega desde Internet: la entrega express

La nueva amenaza para el comercio tradicional que llega desde Internet: la entrega express

express2Una de las armas que tenía el peque­ño comer­cio para luchar con­tra los gigan­tes de Inter­net era poder satis­fa­cer la deman­da del com­pra­dor com­pul­si­vo. Aho­ra, con la lle­ga­da de la entre­ga express, el comer­cio lo tie­ne un poco más difí­cil para com­pe­tir.

La entre­ga express con­sis­te en un ser­vi­cio logís­ti­co de entre­ga rápi­da que nos garan­ti­za tener el pro­duc­to que hemos com­pra­do onli­ne en nues­tro domi­ci­lio al cabo de una o dos horas. Algu­nas de las empre­sas que ofre­cen estos ser­vi­cios son Ama­zon, El Cor­te Inglés y Media Markt.

La entre­ga express, de momen­to, está limi­ta­da a las gran­des ciu­da­des como Madrid y Bar­ce­lo­na, pero segu­ra­men­te se irá exten­dien­do a muchas otras. De hecho, pue­de que ser­vi­cios como Ama­zon Pre­mium, que tar­dan sólo un día, ya estén hacien­do daño a muchos sec­to­res.

Esto le da la opor­tu­ni­dad a muchas pymes de bus­car opcio­nes para luchar con­tra esta entre­ga express. La per­so­na­li­za­ción es la úni­ca for­ma de lograr­lo. Faci­li­tar más hora­rios de entre­ga, dar la posi­bi­li­dad de reco­ger­lo en nues­tra tien­da cuan­do sea la mejor opción, sin nece­si­dad de que ten­gan que apar­car o hacer colas, per­mi­tien­do una entre­ga express a la vuel­ta del tra­ba­jo a casa.

Si se logra tener una deman­da sufi­cien­te, dedi­car a este tipo de entre­gas una aten­ción per­so­na­li­za­da. En muchos nego­cios ya no es nece­sa­rio que el per­so­nal esté detrás del mos­tra­dor, pero sí exis­te deman­da para rea­li­zar peque­ños repar­tos en zonas pró­xi­mas de for­ma rápi­da.

Por últi­mo, hay que explo­tar las opcio­nes de pos­ven­ta, que per­mi­tan al con­su­mi­dor, si no está con­for­me, acer­car­se al nego­cio y cam­biar el pro­duc­to, algo que no ofre­ce­rán al menos de for­ma tan rápi­da y cómo­da los peque­ños nego­cios. De esta for­ma se pue­de fide­li­zar a los clien­tes y evi­tar que se pasen a gigan­tes de la ven­ta onli­ne.