La detallada investigación llevada a cabo por WPP Media, demuestra cómo los creadores de contenido están acaparando una porción cada vez mayor de los presupuestos publicitarios globales. Por primera vez en la historia, el contenido que se viraliza en plataformas de redes sociales como YouTube, TikTok e Instagram está a punto de atraer más ingresos publicitarios que los medios tradicionales.
De acuerdo con el informe de WPP Media, el fenómeno conocido como “user-generated content” (contenido generado por el usuario) logrará eclipsar en 2025 los ingresos publicitarios que tradicionalmente recibían las arcas de las cadenas de televisión, las salas de cine y los medios de comunicación en general, a través del contenido producido de manera profesional. Este pronóstico no solo marca un punto de inflexión significativo, sino que también subraya la creciente popularidad y el poder de influencia de los creadores de contenido.
La popularidad de los creadores de contenido ha crecido exponencialmente en el transcurso de los últimos años, impulsada por la autenticidad y la conexión directa que establecen con sus audiencias. Este crecimiento se ha traducido en un fuerte incremento de los presupuestos publicitarios destinados a ellos. Las cifras de WPP Media son elocuentes: se prevé que en 2025, los ingresos de los que se benefician los creadores de contenido mediante la publicidad, los acuerdos con marcas y los patrocinios ascenderán un 20%. Y para el año 2030, se estima que tales ingresos se duplicarán, alcanzando la impresionante cifra de 376.600 millones de dólares, lo que consolida a la “creator economy” como una fuerza dominante en el panorama publicitario.
El auge del contenido generado por el usuario y la crisis de los medios tradicionales
El auge del “user-generated content” está agudizando la crisis que ya venían experimentando los medios tradicionales. A lo largo de este año, se proyecta que más de la mitad de los ingresos publicitarios anclados en los contenidos procederán de plataformas enfocadas en el contenido generado por los usuarios, lo que, por primera vez, se iguala al contenido producido de manera profesional. Este cambio en la balanza de ingresos no es solo una cuestión económica, sino que representa una reconfiguración en cómo las audiencias consumen información y entretenimiento.
Sin embargo, la distinción entre el “user-generated content” y el contenido profesional es de naturaleza cada vez más difusa. En la práctica, muchos creadores de contenido están invirtiendo importantes recursos en la producción de contenidos de alta calidad, y en ocasiones, incluso colaboran con los medios tradicionales en proyectos específicos. Esta hibridación de modelos sugiere que la línea entre amateur y profesional se desdibuja, dando lugar a nuevas formas de producción y distribución de contenido.
Los resultados de la investigación de WPP Media ponen de manifiesto los cambios que se están produciendo en el consumo de medios. En la actualidad, el consumidor tiene su atención puesta en en las plataformas digitales, y de manera particular, en los smartphones, que se han convertido en la puerta de entrada a un universo de contenido personalizado. En estas plataformas digitales, el usuario no solo consume contenido de manera más personalizada, sino que esta experiencia influye directamente en sus decisiones de compra. Antes de la fragorosa entrada en escena de la “creator economy”, los mensajes de las marcas se abrían paso mayoritariamente en contenidos producidos profesionalmente que estaban a menudo regulados en cuanto a objetividad y veracidad. La confianza, por ende, se trasladaba de la institución al individuo.
Si bien el “user-generated content” se difunde en todo tipo de plataformas, sería YouTube la que estaría atrayendo más presupuestos publicitarios y compitiendo con los medios tradicionales. El gigante del video online se ha consolidado como un espacio clave para el descubrimiento de contenido y la interacción, y es por esta razón que cada vez más medios de comunicación están optando por distribuir activamente sus contenidos en YouTube. El objetivo es claro: conectar con las audiencias más jóvenes, que son quienes más están propiciando estos cambios tan fuertes en el consumo mediático global. La adaptación a estas nuevas dinámicas se ha vuelto una cuestión de supervivencia para la prensa tradicional.