Kidults: La nostalgia que redefine el consumo adulto e impulsa sectores como el retail y la banca

Kidults: La nostalgia que redefine el consumo adulto e impulsa sectores como el retail y la banca
Se tra­ta de jugue­tes y algo más. Los cono­ci­dos como “Kidults”, un gru­po demo­grá­fi­co que com­pren­de a Millen­nials y a la Gene­ra­ción Z, están rede­fi­nien­do el mer­ca­do de con­su­mo al adqui­rir pro­duc­tos y expe­rien­cias aso­cia­das con fuer­za a su infan­cia. Impul­sa­do por la nos­tal­gia y una pro­fun­da nece­si­dad de cone­xión emo­cio­nal, este fenó­meno no solo está trans­for­man­do la indus­tria del jugue­te, sino que está impri­mien­do dina­mis­mo a sec­to­res tan diver­sos como el retail, la tec­no­lo­gía, el entre­te­ni­mien­to y, de for­ma sor­pren­den­te, inclu­so la ban­ca.

Ines­pe­ra­da­men­te, la influen­cia de los Kidults ya supera la de los niños como motor de com­pra. A esca­la glo­bal, los adul­tos mayo­res de 18 años ya gene­ran casi el 28% de las ven­tas en jugue­tes, y solo en Esta­dos Uni­dos su con­su­mo supera los 7.000 millo­nes de dóla­res. Lo que dife­ren­cia a estos con­su­mi­do­res es que su moti­va­ción no es úni­ca­men­te fun­cio­nal: bus­can iden­ti­dad, gra­ti­fi­ca­ción inme­dia­ta y, sobre todo, expe­rien­cias per­so­na­li­za­das conec­ta­das emo­cio­nal­men­te con sus viven­cias pasa­das. Según un estu­dio de Info­bip, el 83% de la Gen Z y el 72% de los Millen­nials valo­ran que las mar­cas los “com­pren­dan” más allá de su rol de clien­te, y están dis­pues­tos a fide­li­zar­se cuan­do per­ci­ben auten­ti­ci­dad y cohe­ren­cia en la comu­ni­ca­ción de una empre­sa.

La ofer­ta de pro­duc­tos y ser­vi­cios para este seg­men­to va más allá de muñe­cos y cómics. Inclu­ye una amplia gama de opcio­nes que abar­can des­de par­ques temá­ti­cos y el colec­cio­nis­mo digi­tal (como NFTs y skins en video­jue­gos) has­ta video­jue­gos con narra­ti­vas com­ple­jas, ropa y acce­so­rios que hacen alu­sión a la cul­tu­ra pop de su niñez, even­tos de gas­tro­no­mía temá­ti­ca y con­cier­tos revi­val. Este públi­co en cons­tan­te cre­ci­mien­to espe­ra que las mar­cas les ofrez­can inter­ac­cio­nes ági­les, crea­ti­vas y que les ofrez­can un sen­ti­do de per­te­nen­cia genuino.

La estra­te­gia de las mar­cas inclu­ye omni­ca­na­li­dad e IA

Las empre­sas están res­pon­dien­do a esta ten­den­cia con estra­te­gias que se adap­tan al com­por­ta­mien­to digi­tal de los Kidults. En el sec­tor del retail, esto se tra­du­ce en el desa­rro­llo de cam­pa­ñas omni­ca­nal, el lan­za­mien­to de pro­duc­tos exclu­si­vos a tra­vés de redes socia­les y la imple­men­ta­ción de estra­te­gias phy­gi­tal (que com­bi­nan lo físi­co y lo digi­tal) para crear expe­rien­cias inmer­si­vas que conec­ten ambos mun­dos. En el ámbi­to de la tec­no­lo­gía, estos con­su­mi­do­res son pio­ne­ros en el uso de la inte­li­gen­cia arti­fi­cial para per­so­na­li­zar sus com­pras y reci­bir reco­men­da­cio­nes pre­ci­sas. De hecho, el 88% de la Gen Z y el 82% de los Millen­nials reco­no­cen que la IA ha mejo­ra­do su rela­ción con las mar­cas.

Inclu­so la ban­ca, tra­di­cio­nal­men­te un sec­tor más con­ser­va­dor, está invo­lu­crán­do­se en este terreno. Se están imple­men­tan­do pro­gra­mas de fide­li­za­ción con ele­men­tos de gami­fi­ca­ción, ofre­cien­do expe­rien­cias inmer­si­vas en el meta­ver­so y lan­zan­do tar­je­tas colec­cio­na­bles. El obje­ti­vo es conec­tar con un tipo de clien­te que valo­ra tan­to la flui­dez digi­tal y la expe­rien­cia de usua­rio como la narra­ti­va de la mar­ca y su capa­ci­dad para emo­cio­nar.

Valo­res que impul­san la deci­sión de com­pra

Un aspec­to cla­ve de este fenó­meno es el con­tras­te entre el poder adqui­si­ti­vo de los Millen­nials y su influen­cia en el mer­ca­do. Pese a que los Millen­nials tie­nen un 86% menos de poder adqui­si­ti­vo que los Baby Boo­mers a su edad, lide­ran las deci­sio­nes de com­pra en el mer­ca­do y están dis­pues­tos a pagar más por bie­nes y ser­vi­cios que enca­jen con sus valo­res per­so­na­les. A este res­pec­to, la sos­te­ni­bi­li­dad, en par­ti­cu­lar, se ha con­ver­ti­do en un fil­tro deci­si­vo: el 73% de los Millen­nials evi­ta mar­cas que no demues­tran prác­ti­cas res­pon­sa­bles. Esta leal­tad se basa en la auten­ti­ci­dad y el com­pro­mi­so social de las empre­sas.

Las com­pa­ñías que logren conec­tar con los Kidults no ven­de­rán solo un pro­duc­to: crea­rán un puen­te emo­cio­nal con con­su­mi­do­res que anhe­lan ser escu­cha­dos, reco­no­ci­dos y sor­pren­di­dos. En un momen­to don­de la fide­li­dad de mar­ca se gana con expe­rien­cias sig­ni­fi­ca­ti­vas, este gru­po de con­su­mi­do­res es una mina de oro que podría mar­car el futu­ro del con­su­mo adul­to.

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