Jeep se zafa de un emoji "impostor" y lo celebra con una divertida campaña

Jeep se zafa de un emoji "impostor" y lo celebra con una divertida campaña

A la filial de Fiat Chrys­ler no le gus­ta­ba ni un poco que cuan­do los usua­rios de iOS teclea­ban “Jeep”, apa­re­cía en pan­ta­lla el emo­ji de un peque­ño coche de color azul. Y aho­ra que se ha libe­ra­do de él lo ha cele­bra­do con una entre­te­ni­da cam­pa­ña.

Las mar­cas están obse­sio­na­das con los emo­jis. Todas desean ver plas­ma­dos sus pro­duc­tos en dimi­nu­tos dibu­jos para con­ver­tir­se en pro­ta­go­nis­tas de los men­sa­jes que el usua­rio com­par­te en la red de redes.

Pero exis­ten las excep­cio­nes, una de ellas es el fabri­can­te auto­mo­vi­lís­ti­co Jeep, que pre­fie­re que­dar­se com­pues­to y sin emo­ti­cono a que sus coches sean equi­pa­ra­dos con los de la com­pe­ten­cia, que es pre­ci­sa­men­te lo que pro­mue­ven los emo­jis, en reali­dad uno muy en par­ti­cu­lar.

La filial de Fiat Chrys­ler des­cu­brió hace poco suma­men­te irri­ta­da que, cuan­do los usua­rios de iOS escri­bían “Jeep” en un tex­to, la pala­bra daba lugar a la apa­ri­ción del emo­ji de un peque­ño auto­mó­vil de color azul, el mis­mo emo­ti­cono que apa­re­ce­ría si se teclea­ran las pala­bras “car” o “SUV”.

A jui­cio de Jeep, la natu­ra­le­za inter­cam­bia­ble del emo­ji hacía cla­ra­men­te un fla­co favor a su mar­ca y por eso deci­dió luchar para zafar­se del inopor­tuno emo­ti­cono.

Con la últi­ma actua­li­za­ción de iOS Jeep se ha sali­do final­men­te con la suya y ha logra­do cor­tar ama­rras con el emo­ji del coche­ci­to de color azul. Aho­ra, cuan­do el usua­rio teclea “Jeep” en iOS, no apa­re­ce ya nin­gún emo­ji.

Para cele­brar lo que la mar­ca cali­fi­ca de autén­ti­co triun­fo, Jeep ha lan­za­do una cam­pa­ña con el foco pues­to en Inter­net y en las redes socia­les, bajo el lema #Thi­sIs­Not­Jeep, que mues­tra al emble­má­ti­co emo­ji del coche de color azul tra­tan­do de abrir­se paso en agres­tes pai­sa­jes y pési­mas con­di­cio­nes meteo­ro­ló­gi­cas.

Detrás de la sin­gu­lar cam­pa­ña, que pro­ba­ble­men­te dibu­je una amplia son­ri­sa en el ros­tro de más de uno, está la agen­cia Huge Detroit.