El cineasta iraní Jafar Panahi, un ícono de la resistencia artística y la libertad de expresión, ha sido galardonado este 24 de mayo con la Palma de Oro en el Festival de Cannes, en reconocimiento a su más reciente largometraje, Un simple accidente. El premio llega en un contexto de constantes desafíos a la prohibición impuesta por el régimen iraní, que le impide ejercer su arte.
Tras recibir el prestigioso galardón, Panahi no solo agradeció a su familia y equipo, sino que dedicó unas emotivas palabras a sus compatriotas. “Quiero dirigirme a todos los iraníes, sin importar sus opiniones, dentro y fuera del país. Dejemos de lado nuestras diferencias. Lo más importante es Irán y su libertad. Alcancemos ese momento, juntos, en el que nadie se atreva a decirnos qué debemos vestir, qué hacer o qué no hacer”, fue el emotivo mensaje del director, que resonó fuertemente en el festival.
En Un simple accidente, Panahi construye una narrativa que parte de un hecho aparentemente banal, pero que desencadena una serie de reacciones en cadena, empujando a los personajes a situaciones extremas. Arash Azizi, crítico iraní residente en Estados Unidos, habló con France 24 acerca de la profundidad del trabajo de Panahi: “Aquí Panahi no se limita a criticar al régimen, como ha hecho durante años. Esta vez enfoca su mirada en la sociedad civil y en los propios opositores. Nos obliga a enfrentarnos a nuestras contradicciones con una pregunta incómoda: ¿qué pasa cuando las víctimas de la represión acceden al poder, aunque sea temporalmente, y pueden decidir el destino de su torturador? ¿Son más justas o repiten el mismo patrón?”. Esta reflexión subraya la audacia y la relevancia social de la obra de Panahi.
Desde su condena en diciembre de 2010 a seis años de prisión por “propaganda contra el régimen”, y tras las protestas por la controvertida reelección de Mahmud Ahmadineyad en 2009, Panahi le ha hecho frente a la prohibición de ejercer su oficio. Así, a pesar de haber sido conminado a no rodar películas durante 20 años, ha continuado filmando en condiciones precarias y clandestinas, lo que lo ha convertido en un símbolo global de resistencia artística y un defensor incansable de la libertad de expresión.
Brasil brilla con Kleber Mendonça Filho
El premio a la Mejor Dirección fue otorgado al aclamado director brasileño Kleber Mendonça Filho por su película El Agente Secreto. Ambientada en Brasil en 1977, durante la dictadura militar. El largometraje narra la historia de Marcelo, un hombre de cuarenta años que, en un intento por escapar de su pasado, se refugia en la ciudad de Recife para comenzar una nueva vida junto a su hijo.
“Mi país está lleno de belleza”, expresó el realizador, originario de Recife (noreste de Brasil), momentos después de subir al escenario del Gran Teatro Lumière, donde también recogió el galardón de Mejor Actor en nombre del protagonista de su película, Wagner Moura, conocido por su papel en la serie Narcos. Este es el primer premio a Mejor Director en Cannes para Mendonça Filho, de 56 años, quien ya había competido en la sección oficial del certamen de la Costa Azul francesa con Aquarius (2016) y Bacurau (2019).
El director brasileño agradeció a todo su equipo y celebró el hecho de que la película vaya a ser proyectada en salas, ya que, según sus palabras, los cines han “forjado” el carácter de esta cinta. Además, envió un saludo especial a Brasil, destacando que “el Festival de Cannes es simplemente la catedral del cine en este planeta”. Mendonça Filho también presentó fuera de competencia Retratos Fantasmas en 2023, durante las sesiones especiales del festival.
Otro premio destacados
En cuanto al resto del palmarés, la película Valor Sentimental, del noruego Joachim Trier, se alzó con el Gran Premio por su drama familiar centrado en un cineasta (interpretado por Stellan Skarsgård) que busca reconectar con sus hijas a través del arte. El premio a Mejor Actriz fue para la joven Nadia Melliti, de 23 años, por su conmovedor papel de una estudiante dividida entre dos mundos en La Petite Dernière, de Hafsia Herzi.
Dos largometrajes compartieron el Premio del Jurado: el viaje por carretera, de tinte apocalíptico, Sirât, de Oliver Laxe, una reflexión sobre la muerte a través de la historia de Luis (Sergi López) en Marruecos, y Sound of Falling, de Mascha Schilinski, que teje las historias de cuatro mujeres en diferentes épocas en una granja alemana. Por último, los hermanos Luc y Jean-Pierre Dardenne fueron galardonados con el Premio al Mejor Guión por su película Madres jóvenes, un reconocimiento anunciado por el actor estadounidense John C. Reilly. El realizador chino Bi Gan y su película Resurrection recibieron un Premio Especial de la edición 78 del Festival de Cannes, según anunció la presidenta del jurado, la francesa Juliette Binoche, en la ceremonia de clausura.