Por Noer­gia

Que la auto­pu­bli­ca­ción es una ten­den­cia cre­cien­te camino de afian­zar­se den­tro del mer­ca­do edi­to­rial de habla his­pa­na, como una alter­na­ti­va efi­caz para los auto­res y de inte­rés para los lec­to­res, es algo noto­rio. Pero como con­se­cuen­cia direc­ta de ello, otra ten­den­cia emer­ge, nece­sa­ria para que ade­más se con­vier­ta en un nego­cio ren­ta­ble para todos sus acto­res: la autopro­mo­ción.

Un escri­tor que se auto­pu­bli­ca no cuen­ta con el apa­ra­to de mar­ke­ting de una edi­to­rial y por lo tan­to se ve obli­ga­do a invo­lu­crar­se per­so­nal­men­te en la estra­te­gia de mar­ke­ting edi­to­rial de su libro. Aun­que tam­bién es váli­do acla­rar que un escri­tor que sí cuen­te con el res­pal­do de una empre­sa edi­to­rial, tam­bién pue­de ver­se bene­fi­cia­do por su par­ti­ci­pa­ción en la pro­mo­ción de su obra. Esto impli­ca adqui­rir una serie de cono­ci­mien­tos de comu­ni­ca­ción y de mane­jo de herra­mien­tas tec­no­ló­gi­cas que no todos tie­nen, pero cuyo domi­nio pue­de hacer la dife­ren­cia entre que una obra cum­pla los obje­ti­vos de su escri­tor o no lo haga.

El eje de toda estra­te­gia de mar­ke­ting edi­to­rial debe ser el desa­rro­llo de una mar­ca per­so­nal del escri­tor capaz de gene­rar inte­rés de los lec­to­res por sus libros. En ese sen­ti­do, son muchas las herra­mien­tas de comu­ni­ca­ción dis­po­ni­bles gra­cias a las nue­vas tec­no­lo­gías, pero su uso requie­re no sólo de tiem­po, sino de cono­ci­mien­to para lograr una comu­ni­ca­ción efec­ti­va.

La auto­pro­mo­ción tam­po­co sig­ni­fi­ca tener que hacer­lo todo uno mis­mo, sino la capa­ci­dad de poder ele­gir qué ser­vi­cios pue­den con­tra­tar­se de mane­ra exter­na en fun­ción de las nece­si­da­des y del pre­su­pues­to, sin com­pro­me­ter un por­cen­ta­je de las ven­tas con nin­gún inter­me­dia­rio. Es decir, el escri­tor en este caso, se con­vier­te en empre­sa­rio para obte­ner bene­fi­cios eco­nó­mi­cos con su libro, y pla­ni­fi­ca qué ser­vi­cios de pro­mo­ción nece­si­ta para lograr esos obje­ti­vos. Lue­go de ello, esta­ble­ce un pre­su­pues­to y se apo­ya en cola­bo­ra­do­res que le brin­den los ser­vi­cios que nece­si­ta: adap­ta­ción de manus­cri­tos a for­ma­to de ebook, publi­ca­ción en pla­ta­for­mas como Ama­zon, Barnes&Noble o Casa del Libro, comu­ni­ca­ción en redes socia­les, desa­rro­llo de un sitio web o blog, con­tra­ta­ción de publi­ci­dad en Goo­gle y medios socia­les, pre­sen­ta­ción de la obra en blogs lite­ra­rios para obte­ner una rese­ña, etc. Estos ser­vi­cios los ofre­cen empre­sas como por ejem­plo Edi­ción Libro Indie.

Asi­mis­mo, sur­gen en la web herra­mien­tas espe­cí­fi­cas para ayu­dar a los escri­to­res en esta tarea. Por ejem­plo, las redes socia­les lite­ra­rias que sir­ven para conec­tar a per­so­nas según los auto­res y libros que les intere­san. Otras herra­mien­tas como Myli­bre­to, apor­tan una solu­ción inte­li­gen­te para posi­cio­nar la infor­ma­ción rele­van­te del libro en bus­ca­do­res como Goo­gle y así per­mi­tir que los lec­to­res encuen­tren con faci­li­dad la obra de un escri­tor.

La auto­pu­bli­ca­ción edi­to­rial es una opor­tu­ni­dad que la auto­pro­mo­ción bien rea­li­za­da pue­de con­ver­tir en nego­cio ren­ta­ble para el escri­tor.