A medida que el mercado laboral a nivel global se recupera de la pandemia, ahora surge una nueva incertidumbre de cara a una posible recesión económica. Por ello, IWG, el mayor proveedor de espacios de trabajo flexible, con marcas como Spaces o Regus, prevé que el modelo de trabajo híbrido seguirá creciendo exponencialmente, dado que más empresas se están dando cuenta de los beneficios económicos, sociales y de salud del trabajo híbrido, como un aliado clave en tiempos de volatilidad financiera.
Según un estudio llevado a cabo por la empresa de consultoría Global Workplace Analytics de mano con IWG, la adopción del trabajo híbrido y la utilización de espacios de oficina flexibles pueden reducir significativamente los gastos fijos de una empresa, como por ejemplo el alquiler, la calefacción y el personal de apoyo. Así pues, prescindir de estos componentes puede suponer para las corporaciones una media un ahorro de aproximadamente 10.000 € por cada empleado, gracias al formato flexible.
El ahorro económico para las empresas no solo se genera al reducir los servicios necesarios en el sitio de trabajo, sino también al cambiar la ubicación de las propias oficinas. Las grandes sedes corporativas suelen estar concentradas en centros urbanos, cuyas rentas suelen ser elevadas y, además, a menudo implican largos desplazamientos para el personal. Estos desplazamientos suponen tiempo y dinero que podrían emplearse en otras actividades. Un estudio realizado por el portal web Confused.com ha revelado que el trabajo híbrido puede ahorrarles a los empleados una media de casi 400 euros al mes en viajes de tren y hasta 150 euros al mes si se mueven en coche, mientras que los que recorren largas distancias ahorran mucho más.
También surge el factor de un positivo impacto medioambiental, ya que los empleados reducen su huella de carbono al disminuir sus desplazamientos. Los estudios de IWG demuestran que permitir que el personal trabaje desde casa al menos una parte del tiempo, podría reducir las emisiones de nitrógeno, el principal contaminante emitido por los tubos de escape de los coches, hasta en un 10%.
Bienestar y trabajo híbrido como prioridades de cara a la vuelta al trabajo
Las empresas también están respondiendo a las demandas de los empleados para mejorar la conciliación de la vida laboral y familiar. Una encuesta de IWG reveló que casi la mitad de los trabajadores de oficina (49%) dejarían su trabajo si se les pidiera volver a la oficina cinco días a la semana, mientras que tres cuartas partes (72%) preferirían la posibilidad de trabajar de forma flexible a largo plazo antes que volver a la oficina cinco días a la semana con un aumento de sueldo del 10%.
El modelo hub-and-spoke, como el que ofrece IWG, permite a las empresas otorgar un mayor nivel de flexibilidad, dando la posibilidad a los empleados de trabajar donde lo necesiten, ya sea en casa, en el centro de la ciudad o en una oficina local flexible. Los datos de número de clientes de IWG demuestran un aumento constante de las visitas a los espacios de trabajo en centros fuera de las grandes ciudades. A nivel nacional, con aproximadamente 60 centros en España, las visitas a los centros de IWG han aumentado en un 50% desde principios de año a finales de junio.
El fundador y CEO de IWG, Mark Dixon, afirma que “El rápido aumento a nivel global de la adopción del modelo de trabajo híbrido, en el que las empresas utilizan la tecnología para ofrecer a sus empleados un acceso a distancia efectivo y trabajo desde casa, en combinación con centros locales de fácil acceso y sedes tradicionales, ha llegado para quedarse. Los empleados no solo se benefician de una mejora radical en el equilibrio entre la vida laboral y la personal, sino que este modelo también representa una ganancia significativa para los resultados de la empresa, así como para el poder adquisitivo de los empleados. Al cambiar a un modelo híbrido, las empresas pueden esperar ahorrar casi 10.000 euros por empleado, al tiempo que minimizan su huella de carbono”.