Los cambios que ha traído el coronavirus son intensos en las cadenas de comida rápida. Aplicando la distancia social, muchos clientes evitan los comedores de estos establecimientos y apuestan en su lugar por los autoservicios “drive-thru” u optan por la modalidad “pickup” y se limitan a recoger sus pedidos en los restaurantes sin degustarlos in situ.
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Siendo creativos para adaptarse al COVID-19 y sus múltiples desafíos, Burger King presentó un nuevo concepto de diseño con el último objetivo de adaptar sus establecimientos al futuro y hacerlos 100% seguros en tiempos de pandemia.
En el nuevo concepto de restaurante de la multinacional hay tres filas para el autoservicio “drive-thru”, una de ellas consagrada en exclusiva para los conductores de los servicios de “delivery”. Hay también más mostradores y consignas para recoger pedidos solicitados con antelación por el cliente.
El año que viene los primeros prototipos de este nuevo tipo de restaurante verán la luz en Miami (Estados Unidos), Latinoamérica y la región del Caribe. Y de manera escalonada varios de los elementos involucrados en este tipo de establecimiento irán recalando en restaurantes ya operativos.
El reto que tiene frente a sí la compañía no es poco, ya que tendrá que hacer múltiples reformas en sus locales, cuyos comedores serán en el futuro sustancialmente más pequeños. Cabe notar que Burger King tiene casi 19.000 restaurantes repartidos por todo el globo.
Todo apunta a que el porvenir de Burger King será extraordinariamente deudor del autoservicio “drive-thru” y de los servicios de “delivery”. Al fin y al cabo, durante el segundo trimestre del año el autoservicio “drive-thru” engulló el 85% de las ventas de la compañía en Estados Unidos. Y un año antes la proporción era ya voluminosa, de un 67%.