Amazon ha anunciado un cambio en la política de devoluciones de las empresas que venden sus artículos a través de su plataforma (marketplace) y que asumen ellas mismas la logística de entrega de los pedidos. Se trata de que a partir del próximo 2 de octubre todos los artículos que vendan a través de Amazon estarán “automáticamente autorizados para su devolución”.
Como facilidad para los clientes que deseen devolver los productos adquiridos, se ofrecerá la posibilidad de imprimir una etiqueta de envío de devolución desde la web de Amazon.
Esta medida, que seguro será muy bienvenida para muchos clientes, supone un balde de agua fría para los vendedores, que no podrán comunicarse con el cliente a fin de determinar qué problema tiene con el producto antes de iniciar el proceso de devolución.
El cambio en la política de devoluciones de Amazon será operativo por el momento única y exclusivamente en Estados Unidos, donde ha despertado la inquietud entre los pequeños retailers que comercializan sus productos a través del marketplace de la empresa liderada por Jeff Bezos.
Estos vendedores, que antaño tenían la posibilidad de fijar sus propias condiciones de devoluciones, tendrán que lidiar con mucha más presión. Por lo pronto, ya llenaron los foros de la red de redes criticando la controvertida medida de Amazon.
Amazon justifica el cambio argumentando que las pymes que venden en su marketplace son “muy importantes” para los clientes y representan más de la mitad de las unidades vendidas por la compañía. “Estas nuevas condiciones permiten a los vendedores reducir el tiempo y los costes asociados a las devoluciones, a la vez que proporcionan a los clientes una experiencia sencilla y eficiente”, recalca Amazon.
Además, la multinacional estadounidense ha querido matizar que los vendedores podrán establecer exenciones y disponer de un inventario específico excluido de las nuevas políticas de devolución de Amazon.