A pri­me­ra vis­ta, nada hay de simi­lar entre Argen­ti­na y Bra­sil, Ale­ma­nia y Polo­nia, Ita­lia y Fran­cia, Japón y Chi­na. Pero lo cier­to es que todos ellos com­par­ten una pasión: el fút­bol. Y por esta pasión se han gene­ra­do riva­li­da­des que per­du­ran en el tiem­po y pasan de gene­ra­ción en gene­ra­ción. El amor a la patria, a un equi­po o a unos colo­res des­ata en los afi­cio­na­dos una aver­sión abso­lu­ta por los riva­les.

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Sin embar­go, lo que les sepa­ra es exac­ta­men­te lo mis­mo que les une. Es por ello que Mas­ter­card, spon­sor ofi­cial de la UEFA Cham­pions Lea­gue, ha que­ri­do demos­trar que el amor por el fút­bol pue­de lograr inclu­so lo que pare­ce impo­si­ble.

Para ello, ha lan­za­do una nue­va cam­pa­ña, crea­da por McCann New York/McCann World­group Euro­pe, en la que invi­ta a 22 per­so­nas apa­sio­na­das, per­te­ne­cien­tes a 22 cul­tu­ras dife­ren­tes y des­co­no­ci­das entre sí, a reu­nir­se en un terreno común: el cés­ped, con el obje­ti­vo de sumar fuer­zas para inten­tar ganar un sucu­len­to y desea­do pre­mio: 11 tic­kets para ver la Cham­pions Lea­gue.

De esta mane­ra, la riva­li­dad y los pre­jui­cios se que­dan fue­ra del cam­po para sumar­se al ver­da­de­ro espí­ri­tu del fút­bol: aunar a la gen­te.

Así lo afir­ma al menos el exfut­bo­lis­ta Pelé que, por cier­to, hace una apa­ri­ción este­lar en la cam­pa­ña para dar una sor­pre­sa y una lec­ción de depor­ti­vi­dad a los pro­ta­go­nis­tas del vídeo.