El incre­men­to de la acti­vi­dad social por par­te de los usua­rios en Inter­net hace indis­pen­sa­ble que las empre­sas esta­blez­can una estra­te­gia sóli­da de repu­tación onli­ne.

La deno­mi­na­da era 2.0 que vivi­mos abre un aba­ni­co de posi­bi­li­da­des a par­ti­cu­la­res, empre­sas e ins­ti­tu­cio­nes para cre­cer. La web se con­vier­te en el nue­vo esca­pa­ra­te, don­de la ima­gen o mar­ca está a tan solo un clic de clien­tes poten­cia­les, nue­vos inver­so­res y de la socie­dad. Hoy en día, la pre­sen­cia de un nego­cio en la red es ya una obli­ga­ción, y el que no está pre­sen­te corre el ries­go de ser olvi­da­do o, direc­ta­men­te, des­apa­re­cer. Por ello, cada vez son más las enti­da­des y per­so­na­jes públi­cos los que con­tra­tan a pro­fe­sio­na­les para ges­tio­nar los dife­ren­tes per­fi­les en redes socia­les y pági­nas en Inter­net.

Y es que el mun­do digi­tal tam­bién se con­vier­te en un arma de doble filo. Sin las herra­mien­tas y cono­ci­mien­tos que exi­ge un espa­cio en cons­tan­te cam­bio, los agen­tes que inter­vie­nen están expues­tos ante comen­ta­rios nega­ti­vos, noti­cias malin­ten­cio­na­das o ata­ques de la com­pe­ten­cia que ponen en jaque cual­quier pro­yec­to o tra­yec­to­ria pro­fe­sio­nal, per­dien­do los afec­ta­dos su repu­tación, en este caso onli­ne.

Así, sur­ge un esce­na­rio en el que los usua­rios, ade­más de preo­cu­par­se de que su nom­bre apa­rez­ca en los pri­me­ros pues­tos de los bus­ca­do­res de Inter­net, tie­nen que gas­tar tiem­po y recur­sos en com­ba­tir y des­pla­zar moles­tos enla­ces.

Los mode­los tra­di­cio­na­les de nego­cio deben ser cote­ja­dos bajo una nue­va pers­pec­ti­va y estra­te­gia 2.0. En el caso de Espa­ña, la inclu­sión de estas ideas se está rea­li­zan­do con cier­ta len­ti­tud en com­pa­ra­ción con otros paí­ses. Sin embar­go, poco a poco van sur­gien­do pro­vee­do­res encar­ga­dos de gene­rar, for­ta­le­cer y con­so­li­dar la hue­lla digi­tal de peque­ños y gran­des empre­sa­rios, polí­ti­cos, artis­tas, depor­tis­tas y mar­cas, entre otros.

Adap­ta­bi­li­dad, como­di­dad y con­fian­za son algu­nos de los atri­bu­tos que carac­te­ri­zan a estos inter­lo­cu­to­res digi­ta­les, ofre­cien­do una res­pues­ta opor­tu­na y segu­ra fren­te a cier­tas situa­cio­nes de cri­sis, víncu­los que aña­den valor al pro­duc­to y refuer­zo de la repu­tación onli­ne.

Ini­cia­ti­vas como Your Happy Busi­ness otor­gan ese amplio aba­ni­co de posi­bi­li­da­des. Ade­más de mejo­rar y expan­dir la hue­lla digi­tal, incor­po­ra las nue­vas herra­mien­tas de mar­ke­ting y posi­cio­na­mien­to SEO y SEM median­te la crea­ción de con­te­ni­dos ori­gi­na­les y pro­mo­cio­na­les. La per­so­na­li­za­ción y dina­mis­mo son otros de los ras­gos que se exi­ge de una cam­pa­ña en el uni­ver­so web. Des­pués de una audi­to­ría inte­gral, Your Happy Busi­ness se vale de datos actua­les y deta­lla­dos para opti­mi­zar los resul­ta­dos y hacer de tu pro­yec­to un nego­cio prós­pe­ro.