Por Fernando Fominaya – Noergia
Se podría pensar que, al disponer todos de las mismas herramientas, el marketing en Internet sería igual en cualquier lugar del mundo. Sin embargo, y en buena hora, sobre una base común, se aprecia como la historia y la cultura de cada país marcan sus hábitos digitales.
El marketing digital alemán ha sido fuertemente marcado por una temprana incursión en la venta digital (recordemos que la plataforma que marcaba estándares hace unos años, OsCommerce, era alemana) y por la red social profesional Xing, de gran implantación en los países de habla alemana.
De estos mimbres ha surgido un marketing online que, siempre hablando en comparación con otras culturas, a la hora de captar tráfico apuesta menos por redes sociales como Facebook (en crecimiento pero aún menos usada que en el mundo hispano o anglosajón), Twitter y Linkedin, ésta última casi residual, y más por la combinación e‑mail marketing, Xing y su “arma secreta”, el webinario (también llamado webinar o conferencia web).
¿Qué es un webinario?
Básicamente es un taller o seminario transmitido por videoconferencia. Se pueden apuntar tantas personas como quiera el organizador o como permita la plataforma.
El orador toma la palabra en un aula de conferencias virtual y los participantes pueden comunicarse con él de viva voz o, lo que es habitual cuando hay muchos asistentes, por chat. A la vez que habla, el conferenciante suele mostrar transparencias de apoyo.
El caso alemán
Los webinarios son conocidos en todas las latitudes, la particularidad alemana es el enorme uso que hacen de ellos sus empresas para presentar actividades, material didáctico o productos, para formar o hacer demostraciones técnicas y, en general, para todo lo que ayude a captar clientes. Se encuentran tanto de pago como gratuitos, y no es raro encontrar webinarios con 400 asistentes.
La empresa promotora suele anunciar su webinario en las redes sociales, principalmente en los grupos de XING, donde encuentra un público ya segmentado por intereses, y a través de correos electrónicos a direcciones obtenidas de bases de datos propias o adquiridas. Para inscribirse en el webinario el asistente tiene que dejar su dirección de correo, que se incorpora automáticamente a la base de datos del organizador y pasará a recibir anuncios de futuros eventos.
Antes de comenzar la conferencia suele estar abierto el chat. Curiosamente se genera mucha conversación, algo que escasea en los grupos de Xing, y hay oportunidades de networking. Al terminar la conferencia se abre un turno de preguntas, en el que los organizadores tendrán buen cuidado de ir fichando a potenciales clientes.
El acontecimiento se registra y puede ser puesto a disposición en la página web de la organización en formato de vídeo. Los días posteriores al webinario, los organizadores suelen hacer una acción vía correo electrónico encaminada a recordar y convertir.
Lo que podemos aprender
El webinario permite transmitir ideas y promocionar productos a bajo coste. Hay feedback inmediato y se pueden establecer interesantes contactos preliminares con potenciales clientes. En combinación con las herramientas de difusión y de fidelización adecuadas, se convierte en una plataforma de promoción de enorme potencial. El país de Europa que más y mejor vende nos muestra el camino, tal vez cada uno deberíamos pensar seriamente en cómo adaptar la idea a nuestro negocio.
Y si alguien necesita ayuda para montarlo, en Noergia echamos una mano.
Fernando Fominayawww.noergia.com
@ffominaya