En las campañas que versan sobre seguridad vial, el miedo es a menudo el que copa todos los flashes. Y su línea argumental es casi siempre la misma: alguien comete una imprudencia al volante y su imprudencia se salda con vidas truncadas para siempre en el asfalto.
Apoyándose en el miedo y el sentimiento de culpa, este tipo de campañas pretenden poner coto a una lacra que se cobra más de un millón de víctimas cada año en todo el mundo.
Sin embargo, en su nueva campaña la Delegación de Seguridad Vial de Francia y la agencia DDB París apuestan por un enfoque radicalmente distinto. Y apelan a otro tipo de sentimiento: la alegría de vivir, para atajar los accidentes de tráfico y recordar a la gente todo aquello que corre el peligro de perderse cuando se cometen imprudencias en la carretera.
La campaña, que incluye acciones enfocadas a la televisión, la prensa y la red de redes, constituye todo un canto a la vida y captura pequeños pero jubilosos momentos de la vida cotidiana.
Los cuatro spots que forman parte de la campaña llevan la rúbrica del director Arnaud Desplechin y destilan intimidad, poesía y autenticidad en su despliegue de diferentes formas de alegría.
Por los anuncios desfilan una pareja haciendo el amor, un hombre disfrutando de la música mientras se da un baño, un grupo de amigos disfrutando de una alegre velada y un padre que goza en compañía de su hijo.
La campaña “expresa la alegría de estar vivo” y nos urge a pensarlo dos veces antes de asumir determinados riesgos en la carretera y a reconsiderar lo verdaderamente importante», explica DDD París, que espera que el amor y la felicidad sean más fuertes desde el punto de vista creativo que el miedo.