La digi­ta­li­za­ción es un pro­ce­so impa­ra­ble. En Espa­ña el 80% de los inter­nau­tas acu­de a Inter­net para con­sul­tar infor­ma­ción sobre empre­sas y pro­duc­tos, prin­ci­pal­men­te sobre pre­cios (56%), loca­li­za­ción (33%) y hora­rios (29%). La deman­da de infor­ma­ción en Inter­net es cons­tan­te y cuan­tio­sa, de igual for­ma que la com­pe­ten­cia y la riva­li­dad entre las dife­ren­tes com­pa­ñías que ofre­cen sus pro­duc­tos o ser­vi­cios a los con­su­mi­do­res.

Tener pre­sen­cia onli­ne es el requi­si­to indis­pen­sa­ble para for­mar par­te del entorno onli­ne, pero no es sufi­cien­te. Hay que des­ta­car y dife­ren­ciar­se del res­to de com­pe­ti­do­res, y en este pun­to las téc­ni­cas de SEO y posi­cio­na­mien­to web resul­tan un fac­tor cla­ve. “El SEO es el pro­ce­so que va a mejo­rar la visi­bi­li­dad de un sitio web, lo que va a faci­li­tar que una pági­na sea vis­ta por más per­so­nas de mane­ra gra­tui­ta. Tener una web y no tra­ba­jar el SEO es como abrir un nego­cio local en un barrio en el que no pasa nadie”, afir­ma Pau Mom­pó, CEO de la agen­cia de mar­ke­ting onli­ne Cele­brand en Valen­cia.

Recu­rrir a agen­cias de mar­ke­ting digi­tal cons­ti­tui­das por pro­fe­sio­na­les y enten­di­dos en e‑commerce, es la prác­ti­ca más habi­tual para eco­no­mi­zar tiem­po y lle­var a cabo accio­nes con­cre­tas y efec­ti­vas. Agen­cias como Cele­brand hacen acce­si­ble y ase­qui­ble el mar­ke­ting para las peque­ñas y media­nas empre­sas, adap­tán­do­se a las deman­das de cada clien­te sin nece­si­dad de gran­des inver­sio­nes o cos­tes por man­te­ni­mien­to web. Cabe des­ta­car que entre los ser­vi­cios que ofre­ce una agen­cia de mar­ke­ting digi­tal se encuen­tra el SEO, pero tam­bién otras opcio­nes como el dise­ño web, la pro­mo­ción y publi­ci­dad o el impac­to en redes socia­les.

La trans­for­ma­ción digi­tal en nues­tro país ha avan­za­do de mane­ra con­si­de­ra­ble en los últi­mos años con por­cen­ta­jes de cre­ci­mien­to que no han esta­do pre­sen­tes en otras épo­cas, no obs­tan­te toda­vía que­da lejos de paí­ses como Fin­lan­dia o Dina­mar­ca, en don­de el 95% de las empre­sas tie­nen pre­sen­cia onli­ne. Que­da mucho camino por reco­rrer, pero el esce­na­rio es posi­ti­vo y opti­mis­ta para que cada vez más empre­sas se sien­tan con­fia­das a dar el sal­to digi­tal.