En la publi­ci­dad de la indus­tria far­ma­céu­ti­ca se uti­li­zan muchas veces metá­fo­ras visua­les para anun­ciar el tipo de medi­ca­men­to que se está ven­dien­do. Así ocu­rre por ejem­plo con los pro­duc­tos dedi­ca­dos a solu­cio­nar la dis­fun­ción eréc­til. Roman, ser­vi­cio de salud para hom­bres, ha toma­do la ini­cia­ti­va de jun­tar todos estos cli­chés en un mis­mo anun­cio, Thinly Vei­led Metaphors.

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El spot es una suer­te de bur­la diri­gi­da a sus com­pe­ti­do­res, como Levi­tra o Cia­lis, con la inten­ción de aumen­tar la pre­sen­cia de su pro­pia mar­ca y nor­ma­li­zar las con­ver­sa­cio­nes sobre las opcio­nes de los hom­bres y su bien­es­tar sexual.

Detrás de Thinly Vei­led Metaphors se encuen­tra la agen­cia Cir­cus Maxi­mus y el direc­tor Mike Berns­tein, que ha ela­bo­ra­do spots para cam­pa­ñas esta­dou­ni­den­ses y para mar­cas como P & G, Sam­sung o MTV. “La reali­dad es que la gen­te tien­de a que­dar­se con aque­llo que les pilla des­pre­ve­ni­dos, espe­cial­men­te cuan­do se tra­ta de un anun­cio. Creo que cum­pli­mos con lo que nos pro­pu­si­mos hacer. Rara­men­te suce­de. Sien­to que me salí con la mía”, expre­só Berns­tein.

“Nues­tra eje­cu­ción se cen­tró menos en inter­pre­tar o exa­ge­rar los cli­chés y más en man­te­ner­nos fie­les a la pre­mi­sa de mos­trar­los de mane­ra prác­ti­ca. Evi­ta­mos los cómi­cos en el repar­to y, en su lugar, con­tra­ta­mos al tipo de acto­res que apa­re­ce­rían en un anun­cio real sobre la dis­fun­ción eréc­til”. Tan solo en su pri­me­ra sema­na, el anun­cio con­si­guió 1.3 millo­nes de visi­tas en las redes socia­les y 9.000 comen­ta­rios y com­pro­mi­sos.