El documental The Great Hack (El gran hackeo), estrenado por Netflix hace pocas semanas, narra una compleja trama digna de Hollywood. Pero es la realidad, ya que detalla el caso Cambridge Analytica y pone en evidencia sus consecuencias, con una advertencia de su impacto en el futuro.
Sin embargo, según el blog The Ad Contrarian, fundado por Bob Hoffman, el documental tiene un ”pero’ bastante importante: deja a la industria publicitaria salir airosa de este asunto. Un artículo de la newsletter de The Ad Contrarian, que considera al audiovisual de Netflix un complemento perfecto a The Facebook Dilemma de PBS, explica que “en ambos documentales, los villanos son presentados como recolectores y armadores de grandes cantidades de información personal y privada que se recopila, roba, comparte y vende las 24 horas del día sin nuestro conocimiento o permiso”.
Pero “los titiriteros”, señala The Ad Contrarian, “quedan impunes”: “son las industrias del marketing y la publicidad las que están entre bastidores financiando y alentando toda esta actividad de espionaje desmesurada. El 99% de los ingresos de Facebook proviene de los anunciantes. Es para nuestro beneficio que el abuso de la privacidad ha hecho metástasis hasta el punto en que la democracia pronto podría enfrentar una crisis existencial”, sentencia el blog.
En el citado blog se urge también a “hacer algo antes de que sea demasiado tarde”. Considera que las “autoridades” de la industria publicitaria (refiriéndose a la Association of National Advertisers, la American Association of Advertising Agencies e IAB) “han demostrado ser completamente incapaces de comprender lo que está en juego” y señala la necesidad de “expulsar a estos incompetentes e identificar a algunas personas que comprendan lo que está sucediendo, entiendan las consecuencias de nuestras actividades y tengan el valor de hacer algo al respecto”.
“Hay mucho en juego para que podamos continuar en el camino en el que estamos”, advierte. Profesionales del sector como Thomas Koch o Gerry Campbell se han hecho eco del artículo en Twitter.