La compañía de coches eléctricos Tesla ha sido demandada nuevamente, esta vez en Alemania. La Asociación Federal de Centros del Consumidor de este país ha acusado al fabricante de publicar información engañosa sobre las emisiones de CO2 de sus vehículos y de no proteger la privacidad de los datos de sus usuarios.
La Asociación (VZBV) afirma que Tesla no ofrece al consumidor la información suficiente sobre el funcionamiento del llamado “modo centinela” de los automóviles. Cuando están estacionados, los vehículos Tesla pueden inspeccionar su entorno con una cámara con el fin de proteger el vehículo. No obstante, este tipo de vigilancia podría vulnerar los derechos de los viandantes y, además, es incompatible con la normativa de protección de datos europea.
Como apunta el experto legal de VZBV, Heiko Dünkel, la compañía no menciona que el uso de cámaras que graban el entorno del vehículo no es compatible con la norma de protección de datos.
Marion Jungbluth, directora del equipo de Movilidad y Viajes de VZBV, considera que “La evaluación de impacto de la protección de datos debe examinarse seriamente”, y añade: «En Alemania, se debe fortalecer la cooperación entre la Autoridad Federal de Transporte Motorizado (KBA) y el Comisionado Federal de Protección de Datos”.
- Tesla se está beneficiando de la venta de derechos de emisión
El segundo motivo de la denuncia tiene que ver con la información engañosa que Tesla publica sobre las emisiones de CO2 de sus automóviles, según la VZBV. Al ser eléctricos, está claro que los vehículos de esta marca no emiten gases de efecto invernadero durante su circulación. Sin embargo, la asociación alemana de consumidores ha observado que el fabricante está ganando dinero por el pooling de emisiones.
Esto quiere decir que se está aprovechando en el mercado de carbono mediante la “venta” de derechos de emisión a otras compañías que superan los límites establecidos en Europa y quieren compensar los niveles de CO2 emitidos por sus coches.
Así, como los fabricantes europeos tienen que tener unas emisiones máximas de 95 g/km de CO2 desde 2021, aquellos que sobrepasan prefieren hacer pooling y declarar emisiones conjuntas con otros fabricantes en lugar de pagar sanciones económicas.