Tras casi una década de emisión, Juego de Tronos ha llegado a la recta final, no ajena a la polémica, además. Y es que en su último capítulo hubo una escena en la que aparece sobre la mesa un vaso de Starbucks que al parecer se bebió Daenerys.
Aunque la escena duró apenas unos segundos y el plano era alejado, los seguidores de la serie de HBO vieron con asombro este detalle. Teniendo en cuenta la importancia de la ambientación histórica de una superproducción como Juego de Tronos, se trata de un error considerable. Aunque lo cierto es que no son los únicos, o, ¿quién podría olvidar la botella de agua que se ‘coló’ en una imagen promocional de Downton Abbey?
Product placement o cómo el marketing aprovecha la ficción
Sin duda, el vaso de Starbucks está dando mundo de qué hablar. De hecho, hay quienes creen que no ha sido un fallo inocente por parte del equipo, sino toda una acción de marketing consensuada previamente entre Starbucks y los productores de la serie.
Y es que el product placement es uno de los recursos publicitarios más interesantes para los anunciantes. Básicamente, consiste en insertar un producto o mensaje publicitario en la narrativa de un producto de ficción, como una serie o una película.
Sin duda, los ejemplos son muy variados, y van desde el constante emplazamiento de productos alimenticios en las cocinas de series españolas como Los Serrano o Médico de familia hasta otros casos más icónicos.
Entre los ejemplos más recordados están las gafas Ray Ban de la película Risky Business, las Nike Air de Regreso al futuro 2 o el balón Wilson de Náufrago. Y, por supuesto, los caramelos Reese’s Pieces de E.T. El Extrarrestre, que incrementaron sus ventas en un 63% tras el estreno de la película.
Una oportunidad irrepetible
En definitiva, el debate está servido y siempre quedará la duda sobre si el vaso de Starbucks de Juego de Tronos ha sido un error o una maniobra orquestada. Pero, sea como sea, la reacción de Starbucks no se ha hecho esperar y ha aprovechado para promocionar su producto Dragon Drink.