El ingeniero de sistemas, Rubén Tinedo Torres, ha advertido que la inteligencia artificial (IA) está tomando decisiones cruciales sobre la vida de las personas, sin que se den cuenta, y prácticamente sin cuestionamientos relevantes.
“¿Quién decide por ti? La inteligencia artificial, que controla tu vida sin que lo sepas. Parece una película de ciencia ficción, pero no lo es. Desde el trabajo que no conseguiste hasta el anuncio que aparece en tu red social, un algoritmo invisible está actuando como juez y ejecutor, y ni siquiera lo sabías”, expresó Tinedo Torres, especialista en Telecomunicaciones con 25 años de experiencia.
El experto considera que “es hora de exigir transparencia” y de preguntar quiénes están detrás de las pantallas y cómo toman sus decisiones.
Entre los sectores con más peligros de intromisión de la IA, Tinedo Torres observa con preocupación la justicia, el acceso al empleo, al crédito y la salud. “El ejemplo más alarmante es que, en algunos países, la IA ya está ayudando a decidir sentencias judiciales y evaluar la probabilidad de que un acusado cometa otro delito”, asegura el profesional.
Puede suceder que en la compra de una casa, el banco rechace la solicitud de préstamo porque “el sistema no aprobó tu perfil”, pero ese sistema es en realidad una IA que analizó el historial crediticio, el lugar de residencia, los hábitos de consumo y la frecuencia de uso de las tarjetas de crédito. “Y aquí está el problema: si vives en una zona donde otros han tenido problemas financieros, el algoritmo podría etiquetarte como un riesgo, aunque seas responsable con tu dinero”, alerta Tinedo Torres.
En este sentido, recuerda que, en Estados Unidos, “se descubrió que ciertos sistemas de evaluación crediticia penalizan injustamente a minorías raciales, basándose en patrones históricos de su entorno. Estas decisiones no son humanas, pero afectan vidas reales”.
Rubén Tinedo Torres habla también sobre cómo la IA se va incorporando en el sector de la salud, donde “el sistema” decide qué pacientes reciben tratamientos prioritarios. “En un hospital estadounidense, un algoritmo utilizado para priorizar cuidados intensivos durante una crisis dejó fuera a personas mayores porque sus datos sugerían que tenían menos probabilidades de sobrevivir. No hubo contexto humano, no se consideraron historias personales. Solo números fríos”, reveló.
Para el profesional, el desafío no es detener el avance de la IA, sino asegurarnos de que esté al servicio de la humanidad. Esto implica un compromiso colectivo: los gobiernos deben regular, las empresas deben actuar con responsabilidad y la sociedad debe estar preparada para exigir rendición de cuentas. Solo entonces podremos aprovechar los beneficios de la inteligencia artificial, mientras minimizamos sus riesgos.