¿Qué hacer para cambiar a los equipos?

Los equi­pos de tra­ba­jo de las empre­sas están inmer­sos en un pro­ce­so con­ti­nuo de rein­ven­ción, debi­do a la evo­lu­ción del entorno, aun­que man­tie­nen sus patro­nes cul­tu­ra­les, inclu­so cuan­do no son las mis­mas per­so­nas las que lo com­po­nen.

la líder en la prác­ti­ca del coaching de BTS, Stepha­nie Pes­kett, nos comen­ta que “dado que todo con­du­ce a un énfa­sis cre­cien­te en los equi­pos, éstos tie­nen que fun­cio­nar bien para que la cul­tu­ra y el nego­cio tam­bién lo hagan. Por lo quq para adap­tar­se a los cam­bios es con­ve­nien­te comen­zar ayu­dan­do al equi­po a trans­for­mar­se y estar abier­tos a hacer­lo una y otra vez”.

Para ello, Pes­kett pro­po­ne unos aspec­tos que deben de resol­ver los equi­pos para que se trans­for­men:

1. Pro­pó­si­to: Tener cla­ro para que tra­ba­jan en la mis­ma com­pa­ñía.
2. Con­fian­za: La cre­di­bi­li­dad y la cer­ca­nía para lle­var­se bien y que cada per­so­na ante­po­ne el inte­rés del colec­ti­vo y el pro­pó­si­to por delan­te del suyo.
3. Rol: Ser cons­cien­te de cómo uno pue­de ayu­dar a cum­plir el pro­pó­si­to.
4. La ver­dad: Decir la ver­dad, para lle­gar al cen­tro del asun­to rápi­da­men­te.
5. Ver a otros: Enten­der a cada per­so­na, sus for­ta­le­zas y su mar­gen de desa­rro­llo.
6. Tener pre­sen­te que el todo es mayor que la suma de las par­tes: jun­tos se hace una fuer­za pode­ro­sa y com­ple­ta­men­te for­ma­da.

Según Pes­kett, “el éxi­to del equi­po está intrín­se­ca­men­te vin­cu­la­do al éxi­to de la estra­te­gia y su eje­cu­ción. Esto impli­ca una com­bi­na­ción de coaching indi­vi­dual y gru­pal, para que el equi­po ace­le­re el tra­ba­jo de cam­po, y una eva­lua­ción ini­cial para com­pren­der a las per­so­nas que lo con­for­man. Ade­más se esta­ble­ce­rán múl­ti­ples pun­tos de con­tac­to, con el fin de cons­truir un colec­ti­vo, mucho más fuer­te que cada una de sus par­tes por sepa­ra­do, capaz de cum­plir el obje­ti­vo común”.

Otro enfo­que para desa­rro­llar equi­pos es cuan­do se quie­re trans­for­mar a esca­la, a los equi­pos del área de ven­tas, de ser­vi­cio al clien­te o per­so­nal de sucur­sa­les y mino­ris­tas. Es una par­te com­pli­ca­da del nego­cio y nece­si­ta que esté bien engra­sa­da, que se mue­va rápi­do y lejos. Y aquí es don­de el mayor núme­ro de emplea­dos ope­ra en la orga­ni­za­ción. Y nece­si­tan una men­ta­li­dad y un desa­rro­llo del com­por­ta­mien­to que sea rápi­do, ase­qui­ble, sig­ni­fi­ca­ti­vo, atrac­ti­vo y que lle­gue jus­to a tiem­po. La for­ma­ción enfo­ca­da en módu­los múl­ti­ples a gru­pos redu­ci­dos, a menu­do en entre­na­mien­tos vir­tua­les median­te video­con­fe­ren­cia o herra­mien­tas de cola­bo­ra­ción digi­ta­les, sue­le fun­cio­nar muy bien.

“Cómo se debe eva­luar lo que los equi­pos nece­si­tan en la orga­ni­za­ción. Lo pri­me­ro es aten­der la estra­te­gia. Saber cuá­les son las palan­cas estra­té­gi­cas cla­ve, cómo fun­cio­nan los equi­pos que dise­ñan y tiran de estas palan­cas. Si la res­pues­ta impli­ca que no se está fun­cio­nan­do correc­ta­men­te, enton­ces es el momen­to de comen­zar a pen­sar en entre­nar a todo el equi­po, en lugar de seguir ade­lan­te de mane­ra inde­pen­dien­te”, con­clu­ye la direc­ti­va de BTS.