¿Qué es el neuromarketing vegetativo?

¿Qué es el neuromarketing vegetativo?

Por David Carras­co­sa Men­do­za

David-Carrascosa-MendozaNor­mal­men­te nos refe­ri­mos al neu­ro­mar­ke­ting como algo que se pue­de uti­li­zar o no en el entorno estra­té­gi­co de una Pyme o de una gran empre­sa, pero la reali­dad es que eso no es del todo exac­to, ya que el neu­ro­mar­ke­ting está per­ma­nen­te­men­te acti­vo. Si somos capa­ces de enten­der su fun­cio­na­mien­to lo con­tro­la­re­mos y lo apli­ca­re­mos de for­ma favo­ra­ble y posi­ti­va para nues­tro nego­cio, pero si no lo domi­na­mos segui­rá auto­apli­cán­do­se alea­to­ria­men­te en nues­tro entorno comer­cial tenien­do dis­tin­tas reper­cu­sio­nes, unas veces posi­ti­vas debi­do a la casua­li­dad o a la expe­rien­cia intui­ti­va, y la mayo­ría nega­ti­vas, debi­do a la igno­ran­cia de su influen­cia y su efec­to.

¿Por qué? Por­que el neu­ro­mar­ke­ting está con­si­de­ra­do la men­te del mer­ca­do y como toda men­te nun­ca deja de fun­cio­nar, se for­ma de mane­ra con­ti­nua­da con ele­men­tos cons­cien­tes e incons­cien­tes de la men­te del con­su­mi­dor y el direc­ti­vo de empre­sa al inter­ac­tuar cada uno con sus deci­sio­nes, de esta mane­ra el neu­ro­mar­ke­ting siem­pre está acti­vo y al igno­rar­lo podría­mos estar pro­vo­can­do de for­ma invo­lun­ta­ria los efec­tos de lo que pode­mos lla­mar el neu­ro­mar­ke­ting nega­ti­vo.

Enton­ces, ¿qué es el neu­ro­mar­ke­ting nega­ti­vo?

Para poder expli­car­me mejor uti­li­za­ré un símil. Duran­te muchos siglos el ser humano no era cons­cien­te de los efec­tos nega­ti­vos de su inter­ac­ción con la natu­ra­le­za, des­co­no­cía cómo sus accio­nes y deci­sio­nes indi­vi­dua­les y colec­ti­vas esta­ban con­ta­mi­nan­do y per­ju­di­can­do al pla­ne­ta, pero su des­co­no­ci­mien­to no para­ba la inter­ac­ción nega­ti­va, ya que por el mero hecho de exis­tir como seres huma­nos la inter­ac­ción con el entorno tam­bién exis­te, ser cons­cien­te de ello sólo sir­ve para que sea sos­te­ni­ble en la mayor medi­da posi­ble. Del mis­mo modo el neu­ro­mar­ke­ting siem­pre está inter­ac­tuan­do, si lo cono­ce­mos y lo tene­mos en cuen­ta será una inter­ac­ción posi­ti­va que se tra­du­ci­rá en más ven­tas para nues­tra empre­sa, de lo con­tra­rio será el azar quien lo domi­ne y sufri­re­mos prin­ci­pal­men­te las con­se­cuen­cias del neu­ro­mar­ke­ting nega­ti­vo, que gene­ral­men­te se tra­du­cen en pér­di­da de ven­tas y clien­tes, en defi­ni­ti­va en pér­di­das de cuo­tas de mer­ca­do.

neuromarketing-ventasVeá­mos­lo por par­tes, como ya he dicho el neu­ro­mar­ke­ting está con­si­de­ra­do la men­te del mer­ca­do y se for­ma con ele­men­tos cons­cien­tes e incons­cien­tes de la men­te del con­su­mi­dor y el direc­ti­vo de empre­sa al inter­ac­tuar. El 95% de lo que pen­sa­mos se sitúa en el incons­cien­te, es decir, la gran mayo­ría de lo que pen­sa­mos no lo domi­na­mos direc­ta­men­te pero basa­mos nues­tras deci­sio­nes y com­por­ta­mien­tos en ello. Por lo tan­to, nues­tros argu­men­tos al ven­der, nues­tras deco­ra­cio­nes comer­cia­les del entorno, nues­tra dis­tri­bu­ción del pro­duc­to y el local, el aspec­to de nues­tras ins­ta­la­cio­nes, etc., están inter­ac­tuan­do con nues­tro clien­te, le esta­mos dicien­do de for­ma incons­cien­te a su incons­cien­te cómo somos y qué se pue­de espe­rar de noso­tros. Pon­dré como ejem­plo la aso­cia­ción entre la emo­ción y la razón, tene­mos ten­den­cia a pen­sar que el razo­na­mien­to en la men­te del clien­te es lo que toma la mayo­ría de las deci­sio­nes en per­jui­cio de la emo­ción y en base a esa creen­cia deci­di­mos en los pla­nos del mar­ke­ting comer­cial y de la comu­ni­ca­ción en la empre­sa, nos basa­mos en aspec­tos lógi­cos y argu­men­ta­mos pen­san­do en la toma de deci­sio­nes según la razón.

Un con­su­mi­dor pue­de pen­sar que su coche está sufi­cien­te­men­te bien y deci­de no com­prar­se uno nue­vo, pero su men­te emo­cio­nal podría que­rer com­prar un coche nue­vo y todos los argu­men­tos y razo­nes para no hacer­lo serían igno­ra­dos. Sin embar­go, razón y emo­ción no siem­pre son enemi­gos opues­tos, más bien son socios que en oca­sio­nes no están de acuer­do, pero que siem­pre se nece­si­tan el uno al otro.

Este pro­ce­so fun­cio­na así, para ele­gir entre alter­na­ti­vas nece­si­ta­mos con­tar con algún sis­te­ma para poder cal­cu­lar el valor rela­ti­vo de las mis­mas, las emo­cio­nes nos ofre­cen un bare­mo para poder juz­gar y valo­rar estas alter­na­ti­vas y la razón a su vez nos ofre­ce tam­bién su pro­pio bare­mo, en ese pun­to las razo­nes jus­ti­fi­can las emo­cio­nes y las emo­cio­nes se des­pier­tan en fun­ción de algu­nas razo­nes, por lo tan­to ser racio­nal tam­bién sig­ni­fi­ca ser emo­cio­nal y no pue­de con­si­de­rar­se por sepa­ra­do. Por eso, todo lo que el clien­te reci­be y per­ci­be de nues­tro nego­cio le trans­mi­ti­rá incons­cien­te­men­te lo que somos empre­sa­rial­men­te y lo que le pode­mos ofre­cer y apor­tar. El clien­te “gra­ba­rá” con los cin­co sen­ti­dos y uni­rá a su expe­rien­cia emo­cio­nal esa gra­ba­ción, gene­rán­do­se así las razo­nes y sen­ti­mien­tos para com­prar­nos o no.

El neu­ro­mar­ke­ting siem­pre está fun­cio­nan­do en tu empre­sa, de ti depen­de desa­rro­llar un plan ade­cua­do para que su influen­cia sea posi­ti­va, de lo con­tra­rio pue­de ser el neu­ro­mar­ke­ting nega­ti­vo el prin­ci­pal res­pon­sa­ble de lo que sis­te­má­ti­ca­men­te se le adju­di­ca a la cri­sis.

David Carras­co­sa Men­do­za
Ana­lis­ta de Estra­te­gia Mer­can­til
davidcarrascosamendoza.blogspot.com.es
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