Punto 9º de la declaración de principios sobre la conducta de los periodistas, ...

Punto 9º de la declaración de principios sobre la conducta de los periodistas, ...

… adop­ta­da por el con­gre­so mun­dial de la Fede­ra­ción Inter­na­cio­nal de Perio­dis­tas en 1954 y enmen­da­da por el con­gre­so mun­dial en 1986:

9. Todo perio­dis­ta digno de lla­mar­se tal se impo­ne el deber de cum­plir estric­ta­men­te con los prin­ci­pios enun­cia­dos arri­ba. En el mar­co del dere­cho vigen­te en cada país, el perio­dis­ta soló acep­ta­rá, en mate­ria pro­fe­sio­nal la juris­dic­ción de sus igua­les, exclu­yen­do cual­quier inje­ren­cia guber­na­men­tal o de otro tipo.

Apro­ve­chan­do lo que ellos dan en lla­mar el “escán­da­lo de las escu­chas tele­fó­ni­cas ile­ga­les que está vivien­do la pren­sa bri­tá­ni­ca”, FeSP hace un lla­ma­mien­to a los par­ti­dos polí­ti­cos para que cons­ti­tu­yan orga­nis­mos de corre­gu­la­ción inde­pen­dien­tes en Espa­ña que favo­rez­can lo que deno­mi­nan “con­trol demo­crá­ti­co de los medios de comu­ni­ca­ción”. Según decla­ra­cio­nes a Perio­dis­ta Digi­tal, “en dichos orga­nis­mos, habría pre­sen­cia de dos “téc­ni­cos” nom­bra­dos por el Gobierno: uno repre­sen­tan­do a la judi­ca­tu­ra y otro al Minis­te­rio del Inte­rior. Tam­bién for­ma­rían par­te las orga­ni­za­cio­nes de perio­dis­tas (inclui­dos los sin­di­ca­tos) y de usua­rios de la comu­ni­ca­ción, así como las uni­ver­si­da­des y las orga­ni­za­cio­nes de las empre­sas de medios”.

El FeSP que cuen­ta con 2.500 perio­dis­tas afi­lia­dos (300 de ellos dele­ga­dos y libe­ra­dos sin­di­ca­les*) de un total de 70.000 licen­cia­dos y 25.000 perio­dis­tas que aún con­ser­van su pues­to de tra­ba­jo en Espa­ña, sos­tie­ne que “la auto­rre­gu­la­ción de los medios de comu­ni­ca­ción no fun­cio­na y no bas­ta para que res­pe­ten unas nor­mas éti­cas”. Ade­más, en su comu­ni­ca­do ase­gu­ran que si los par­ti­dos no siguen sus indi­ca­cio­nes, “esta­rán impi­dien­do que los medios espa­ño­les lle­guen a su edad adul­ta y con­ti­nua­rán mer­man­do la cali­dad de la demo­cra­cia espa­ño­la, como ya denun­cian muchos miles de ciu­da­da­nos en las calles y pla­zas de las ciu­da­des” (hacien­do una cla­ra alu­sión a las pro­tes­tas del “movi­mien­to 15‑M”).

Según ha decla­ra­do Dar­do Gómez, secre­ta­rio gene­ral de la FeSP, a Perio­dis­ta Digi­tal, “se pro­po­ne el poder actuar de ofi­cio ante vul­ne­ra­cio­nes evi­den­tes y el poder de acep­tar y tra­tar las denun­cias que hagan los usua­rios con res­pec­to a la vul­ne­ra­ción que se haga”. Por lo que res­pec­ta a la capa­ci­dad san­cio­na­do­ra, Gómez sos­tie­ne que “Si esto entra por una ley, algún tipo de san­ción tie­ne que haber. No exis­te nin­gu­na ley en el mun­do que quien la vul­ne­re no res­pon­da de nin­gu­na mane­ra”.

A. Rodrí­guez
Redac­tor corres­pon­sal Espa­ña y Por­tu­gal
 

* Fuen­te sin­di­ca­to UGT(Enla­ce reti­ra­do, supon­go que por ver­güen­za, pue­de su vera­ci­dad en la cap­tu­ra de pan­ta­lla adjun­ta): “Una per­so­na “libe­ra­da” es alguien al que se le ha libra­do de sus fun­cio­nes labo­ra­les nor­ma­les y pasa a hacer basi­ca­men­te acti­vi­dad sin­di­cal. Es decir, a lo prác­ti­co, alguien que tie­ne un 90% de su jor­na­da labo­ral dedi­ca­da a hacer sin­di­ca­lis­mo y no a rea­li­zar tra­ba­jo en su empre­sa.

“¿Cómo se con­si­gue?. Todos los dele­ga­dos labo­ra­les tie­nen dere­cho a horas men­sua­les que se le libe­ra de su acti­vi­dad labo­ral ordi­na­ria y pasa­rían a rea­li­zar acti­vi­da­des sin­di­ca­les. Estas horas depen­den del tama­ño de las empre­sas según la Ley Orgá­ni­ca de Liber­tad Sin­di­cal:

-         Empre­sas de o a 100 tra­ba­ja­do­res: 15 horas sin­di­ca­les al mes.
–         Empre­sas de 101 a 250 tra­ba­ja­do­res: 20 horas sin­di­ca­les al mes.
–         Empre­sas de 251 a 500 tra­ba­ja­do­res: 30 horas sin­di­ca­les al mes.
–         Empre­sas de mas de 501 tra­ba­ja­do­res: 40 horas sin­di­ca­les al mes.

La gra­cia de estas horas es que son acu­mu­la­bles y trans­fe­ri­bles. Es decir que si un comi­té de empre­sa de 7 tra­ba­ja­do­res deci­de legar todas las horas sin­di­ca­les en una sóla per­so­na esta esta­ría prác­ti­ca­men­te libe­ra­da y no ten­dría que tra­ba­jar.