Que no te ocurra un «Pastora Soler o Joaquín Sabina». Vencer el miedo escénico

Que no te ocurra un «Pastora Soler o Joaquín Sabina». Vencer el miedo escénico

Recientemente y de forma casi consecutiva, dos artistas consagrados con una larga trayectoria musical a sus espaldas, sufrieron pánico escénico que les obligó a concluir sus respectivos conciertos. El propio Joaquín Sabina comentó que le había ocurrido un «Pastora Soler».

Concierto-de-Pastora-SolerPara  Javier Fuentes Merino, CEO de Grupo Venta Proactiva, “lo que sucede con el miedo es que anula las ideas, los planes, las habilidades, el talento. Por eso es importante hablar del tema y de las situaciones que en la vida del común de las personas lo puede provocar”. En la explicación que el cantautor ofreció hay una gran verdad: «Hoy, por exceso de ganas de estar bien delante de mi gente de Madrid, me acaba de pasar”. Esto se llama ansiedad, una conocida de todos, desde los primeros años escolares. “Es una característica de los seres humanos, el estar conscientes de que lo que sea que hagamos, podemos hacerlo bien o mal, podemos tener éxito o fracasar. La segunda opción es la que desata el miedo, sin importar cuántas veces se haya logrado el éxito antes. El miedo al fracaso es, irónicamente, el primer paso para fracasar”, explica el primer directivo de Grupo Venta Proactiva.

Pocos vamos a estar delante de un público como el de Sabina, pero casi todos estaremos en la situación de tener que hablar delante de alguien para explicar algo en el trabajo: una reunión de equipo, una presentación de informe, la exposición de un proyecto o incluso la reunión con el jefe o directivos de la empresa. En estos momentos podemos sentir que el corazón se acelera a ritmos de vértigo, molestos sudores fríos corren por el cuerpo, posiblemente haya incluso mareos. “Es una muestra del poder de la mente sobre el cuerpo”, señala Fuentes Merino, “poder que es posible aprender a manejar a nuestro favor para prevenir situaciones penosas, sencillamente tomando en cuenta algunos pasos básicos y efectivos para salir airosos de situaciones que exigen nuestro dominio escénico”:

1. Usted es el experto, quien domina el tema, y si es que llegara a olvidar algo, solo usted sabría qué es, de modo que realmente tiene el dominio de la situación y puede sentirse “superior” en ese aspecto. Darse cuenta de esto le dará confianza para hilvanar las frases con serenidad y, por qué no, a transformar el miedo en gusto por lo que está haciendo. ¿A quién no le agrada que le escuchen con interés porque es el mejor?

2. Pensar en positivo, esto es, dar por hecho que el discurso o presentación va a salir bien y que será útil para el público. El maestro del escenario, Charles Chaplin, decía que “aún cuando recorría las calles buscando qué comer, me consideraba el actor más grande del mundo”. Y simplemente lo fue.

3. Habituarse al entorno cuando se trata de un lugar desconocido. Para ello, lo mejor es presentarse mucho antes de que inicie el evento donde vaya a exponer. Sentir que se tiene todo bajo control y suficiente dominio del espacio también ayuda a tener tranquilidad en el momento de hablar.

4. Hacer un guión del tema es altamente recomendable, porque esto le permitirá tener una muletilla en la que apoyarse si las ideas se le enredan o se queda en blanco. Y en la planificación misma, sea real e interesante, introduciendo ejemplos, anécdotas o algún toque que mantenga al público interesado en lo que dice. No lo olvide, como experto, seguro tiene muchas vivencias auténticas que pueden enriquecer su presentación.

5. Conocer y adaptarse a su público, porque cada audiencia es diferente. No será lo mismo preparar un informe para el director de la empresa que para un grupo de clientes. El contenido puede ser muy semejante, pero la manera de presentarlo debe variar. En un caso primará la exactitud de los datos, y en el otro las cualidades a resaltar de los bienes y servicios.

6. Practicar y practicar, ya que ningún buen consejo sirve si no es ejercitado. La realidad es que mientras más practiquemos, mejor nos irá. Preparar el contenido, ensayar a hablar y seguir un guion, son requisitos que cimentarán la seguridad en uno mismo y reducirán la posibilidad de fracasar. “Cuando uno se basa solo en sus éxitos pasados y deja de prepararse para los retos futuros, puede ser que lo tome por sorpresa alguna contingencia y termine en un ataque de pánico. Siempre recomendamos practicar y prepararse para cada ocasión que deba presentarse ante otras personas. De esa forma, los resultados son cada vez mejores y con ello se supera el miedo escénico a hablar en público”, enfatiza Fuentes Merino.

En el segundo concierto de Sabina no hubo más efecto “Pastora Soler”, sino una presentación excelente, de la que todos, el cantante incluido, salieron contentos. “El éxito tiene que ver con varias cosas, una de ellas la actitud que Charles Chaplin describió perfectamente: la vida es maravillosa…si no se le tiene miedo”, concluye Javier Fuentes Merino.