Idear tu titular de prensa, elevador pitch o discurso del ascensor

Ascensor

Idear tu titular de prensa, elevador pitch o discurso del ascensor

Tener un elevator pitch y sabérselo como una especie de mantra, es una necesidad básica de un emprendedor.

Qué nos sucede cuando conocemos a alguien y deseamos contarle quiénes somos, qué hacemos, en qué usamos nuestro tiempo libre? Muchas veces necesitamos varios minutos para describir los distintos planos en los que nos movemos. Otras tantas, optamos por destacar sólo un área de desempeño y si estamos inspirados, logramos que nuestro receptor perciba lo que intentamos comunicar. Para ir construyendo nuestra marca debemos articular este discurso.

“Hola, mi nombre es ______”. ¿Qué nos gustaría que dijera nuestra tarjeta de presentación, especialmente cuando nos enfrentamos a potenciales clientes? Probablemente sólo dirá tu nombre y el de tu empresa, sin embargo, lo que importa cuando nos presentamos ante un futuro cliente es dejar la mejor impresión. Hacernos memorables de manera que cuando tengamos la oportunidad de “tocar su puerta”, esté dispuesto a escuchar nuestra propuesta. Imagina que tienes 30 segundos para ello. ¿Qué harías? Idear tu titular de prensa o elevador pitch o discurso del ascensor.

Éste último, es un resumen que define tu producto, organización o servicio y el valor agregado que otorga. Generalmente está compuesto por dos oraciones: una afirmación sobre el problema que eres capaz de resolver y otra sobre cómo lo solucionas. Tener un elevator pitch y sabérselo como una especie de mantra, es una necesidad básica de un emprendedor.

Sin embargo, nuestro “mantra” no debe concentrarse sólo en los aspectos laborales, sino también en tus propios objetivos y cómo quieres mostrarte ante el mundo: tu marca personal. Contarle al universo cómo ejerces tu trabajo, cómo respondes ante los desafíos y por qué puede confiar en ti.

Es importante considerar que “la gente compra tu personalidad e ideas antes de adquirir tus productos y servicios”, según Napoleón Hill, autor motivacional. Nos hemos dedicado a vender precios y productos cuando realmente lo primero en lo que la gente se fija es en ti, en quien representa estos productos. El impacto de la primera impresión está dado en el 55% por tu apariencia, 38% por tu comportamiento y 7% por tus palabras. Por lo tanto, define con anticipación la actitud, la forma de expresarte y lo que dirás.

¿Cómo construir tu elevador pitch? Partiremos por consideraciones generales sobre comunicación. Nuestro mantra debe ser positivo. Nada más atractivo que una persona que proyecta entusiasmo, tiene energías y ganas de sacar adelante un proyecto. También debe ser relevante, ¿has visto qué mal quedan esos discursos plagados de lugares comunes y frases que no aportan ideas interesantes? Como tercer punto, el discurso del ascensor tiene que ser claro. No hay tiempo para tecnicismos, estas explicaciones se entregarán más tarde. Ahora debes ser comprendido y lograr entusiasmar a un amplio rango etario.

Algunos tips para el discurso del ascensor:

  • Buscar palabras sencillas y claras para transmitir dos o tres ideas relevantes.
  • Despertar la curiosidad a través de datos.
  • Transmitir emociones, que te brillen los ojos cuando lo cuentes.
  • Explicar el mercado, la idea y el equipo.
  • Terminar con una invitación para pasar a la acción.

Entregar la tarjeta, concertar una reunión y enviar información ampliada. Recuerda que tu propuesta de valor no puede ser agresiva ni arrogante. Seamos empáticos y recordemos como dice el biólogo y epistemólogo chileno, Humberto Maturana: “No es cierto que los seres humanos somos seres racionales por excelencia. Somos, como mamíferos, seres emocionales que usamos la razón para justificar u ocultar las emociones en las cuales se dan nuestras acciones”.

Por Pilar Vives Ekdahl, directora CV Comunicaciones
www.cvcomunicaciones.cl – Teléfono: 435 86 86 – twitter: @PVEkdahl

* mantra: (Del sánscrito mantra, literalmente, ‘pensamiento’). En el hinduismo y en el budismo, sílabas, palabras o frases sagradas, generalmente en sánscrito, que se recitan durante el culto para invocar a la divinidad o como apoyo de la meditación.