Los últi­mos estu­dios mues­tran que 1 de cada 50 per­so­nas del Rei­no Uni­do per­te­ne­ce al colec­ti­vo LGBT. Sin embar­go, nin­guno de los 500 fut­bo­lis­tas que jue­gan en la Pre­mier Lea­gue se ha decla­ra­do abier­ta­men­te homo­se­xual, lo que pue­de deber­se al ambien­te homó­fo­bo que impe­ra en el mun­do del fút­bol, un ambien­te que no es digno de una socie­dad del siglo XXI, de acuer­do al men­sa­je que quie­re dar la casa de apues­tas irlan­de­sa Paddy Power.

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Para lla­mar la aten­ción sobre este pro­ble­ma, Paddy Power pre­sen­ta su nue­va cam­pa­ña Come out and play (Sal a jugar), en la que pre­sen­ta el pri­mer auto­bús para los fut­bo­lis­tas gays de la pri­me­ra divi­sión ingle­sa.

Se tra­ta de un auto­bús como cual­quier otro per­te­ne­cien­te a un equi­po de fút­bol, con los colo­res del equi­po, dos pisos, músi­ca a todo volu­men y has­ta con­fe­ti. Pero con una impor­tan­te dife­ren­cia: está vacío. El men­sa­je era el siguien­te: “La socie­dad está lis­ta para que haya fut­bo­lis­tas homo­se­xua­les así que, cuan­do estén lis­tos para salir del arma­rio, esta­re­mos espe­rán­do­les para cele­brar­lo”. Detrás de la cam­pa­ña se encuen­tra la agen­cia con base en Madrid Offi­cer & Gentle­man.

La acción, que ha teni­do una gran aco­gi­da entre el colec­ti­vo LGTB, ya se ha desa­rro­lla­do con éxi­to salien­do en todos los medios ingle­ses. Paddy Power espe­ra poder repe­tir esta ini­cia­ti­va el pró­xi­mo año y, en esta oca­sión, poder mon­tar aun­que solo sea a un fut­bo­lis­ta en su auto­bús.

La casa de apues­tas ya se ha com­pro­me­ti­do en múl­ti­ples oca­sio­nes con el colec­ti­vo LGTB, espe­cial­men­te en el ámbi­to fut­bo­lís­ti­co. Por ejem­plo, ha rea­li­za­do accio­nes como recau­da­cio­nes de fon­dos para las fun­da­cio­nes que defien­den los dere­chos de esta comu­ni­dad en el fút­bol. Duran­te el pasa­do Mun­dial de Rusia, por cada gol que ano­tó el país anfi­trión se dona­ron 10.000 libras a una aso­cia­ción rusa LGTB. Algo espe­cial­men­te des­ta­ca­ble dada la poca acep­ta­ción que dicho país mues­tra hacia este colec­ti­vo.