El 26 de noviembre de 2025, Omnicom completó formalmente la adquisición de Interpublic Group (IPG), cerrando una operación valorada en aproximadamente 8.900 millones de dólares. El resultado es el nacimiento del mayor holding de agencias del mundo por ingresos, un gigante que operará bajo el ticker “OMC” en la Bolsa de Nueva York y que promete redefinir el modelo de relación entre marcas, tecnología y creatividad.
Sin embargo, la magnitud del acuerdo ha traído consigo consecuencias dramáticas para miles de trabajadores. La integración conlleva la desaparición de redes creativas históricas y un recorte de personal masivo: se estima una reducción de 23.200 empleos a nivel global, dejando la plantilla combinada en unos 105.000 puestos de trabajo. Los despidos apuntan principalmente a funciones administrativas y estructuras redundantes, con el fin de alcanzar sinergias de costos de 750 millones de dólares anuales.
DDB, FCB y MullenLowe desaparecen
La reestructuración operativa es, quizás, el aspecto más impactante de la fusión. Omnicom ha decidido discontinuar tres nombres legendarios en la publicidad. La red FCB se integrará en BBDO, mientras que TBWA absorberá a DDB y MullenLowe. En un gesto simbólico, el apellido de Bill Bernbach, cofundador de DDB, se mantendrá únicamente como un equipo dedicado a Volkswagen, reconociendo décadas de colaboración icónica.
La excepción es la red McCann, que será la única marca creativa global de IPG que mantendrá su identidad independiente. Respecto a las agencias de medios, el nuevo holding contará con cinco marcas globales (OMD, PHD, Hearts & Science, Initiative y UM), las cuales permanecerán intactas bajo la supervisión de Florian Adamski.
Ante las críticas sobre la pérdida de identidad, John Wren, quien continúa como presidente y CEO de la compañía combinada, rechazó la idea de que se estén incorporando activos obsoletos: “No surgirá ni un solo activo de esta fusión que pueda clasificarse como legado. Quienes subestimen la cultura de las marcas y las agencias existentes fracasarán”.
Un nuevo liderazgo con sello latinoamericano
La cúpula directiva del nuevo gigante presenta figuras deslumbrantes que emergen con fuerza en el escenario global. El argentino Javier Campopiano, exdirector creativo global de McCann, asume el rol de director global de clientes y director creativo de Omnicom Advertising. Por su parte, el colombiano Andrés Ordóñez toma el bastón de mando de Campopiano en la dirección creativa de McCann.
Otros nombramientos estratégicos incluyen a Jacki Kelley como directora comercial y a Dana Maiman al frente de Omnicom Health. El holding apuesta fuertemente por la tecnología; Duncan Painter liderará Flywheel Commerce Network y la plataforma de inteligencia avanzada Omni, mientras que Pablo Yuvienco, director de tecnología, será el brazo ejecutor en materia de inteligencia artificial.
El rompecabezas en Iberoamérica
La implementación regional de la fusión presenta desafíos logísticos considerables. En México, DDB pasará a la órbita de Terán TBWA, mientras que MullenLowe será absorbida por McCann. En Colombia, se espera que DDB adopte el nombre de TBWA durante el primer trimestre de 2026. En España, los informes sugieren que José María Rull presidirá Omnicom España, mientras que la agencia Lola se mantendrá como una boutique creativa independiente.
A nivel de medios, Julián Porrás liderará Omnicom Media Latam con una estructura de CEOs nacionales que incluye a Fernando Capalbo en Argentina, Carlos Rojas en México y Hernán Peña Álvarez en Colombia.
Desafíos y escepticismo en el mercado
A pesar de la promesa de ofrecer soluciones “full-funnel” que unan creatividad, datos y tecnología, el mercado observa la operación con cautela. La superposición de clientes competidores y el riesgo de pérdida de talento creativo son las principales preocupaciones. Según analistas de la industria, algunos clientes actuales ya han expresado ciertas dudas sobre la distracción que supondrá una integración de esta escala.
La fusión plantea una pregunta inquietante para el futuro del sector: ¿Se trata de una reinvención necesaria para competir con los gigantes tecnológicos o de una homogeneización que debilitará la innovación? El armado definitivo de este rompecabezas será, sin duda, la historia que marque el ritmo de la publicidad en 2026.