El Centro de Documentación Publicitaria lleva tiempo trabajando en la recuperación del pasado de gigantes icónicos como Coca-Cola, que han generado una cultura publicitaria que va más allá de las intenciones comerciales. Se trata más bien de una historia de la comunicación, la innovación, la creatividad y el cambio de los valores de marca en concordancia con la evolución de la sociedad. Es así que el Centro ha unido fuerzas con Herederos de Rowan para llevar a cabo un proyecto de museos de marca virtuales.
Según Óscar Bilbao, socio-fundador de Herederos de Rowan, “lo idóneo de crear salas imaginarias, alojadas en un mismo lugar, como cualquier museo real o virtual y sus colecciones o exposiciones temporales, es que le da mayor poder de convocatoria a cada uno de ellos, se retroalimentan de visitantes unos de otros”.
Este proyecto tiene una doble perspectiva social y económica. Por un lado, se trata de la construcción y difusión de parte de la historia del marketing y de las marcas españolas, que han dejado un legado cultural en la vida tal y como la conocemos ahora. Por otra parte, puede resultar una actividad muy atractiva para las marcas para reforzar su identidad y la inmersión y conexión de sus potenciales clientes con ellas. En definitiva, una mezcla entre promoción y documentación. De acuerdo a Sergio Rodríguez, fundador del Centro de Documentación Publicitaria, la disposición del pasado publicitario se convierte en “una herramienta valiosísima para las marcas por la multitud de aplicaciones que tiene: búsqueda de insights, brand reviews, material para redes sociales, publicaciones, exposiciones, etc.”.
En un escenario para el marketing en el que la creación de identidad y el impulso a la “parte humana” de las empresas se ha convertido en una técnica esencial para captar consumidores, proyectos como este resultan especialmente atractivos.