Aven­tu­rar­te a pasar del comer­cio tra­di­cio­nal al comer­cio onli­ne tie­ne sus ven­ta­jas, des­ven­ta­jas y fac­to­res a con­si­de­rar. Uno de esos agen­tes que debe­mos exa­mi­nar es el cos­to que ten­drá tras­la­dar­se al ámbi­to digi­tal, pues para poder ven­der en Inter­net se requie­re una pla­ta­for­ma pro­pia para comer­cia­li­zar los pro­duc­tos. Por lo ante­rior salen a la vis­ta los lla­ma­dos mar­ket­pla­ces, una alter­na­ti­va para la crea­ción de tu pro­pio ecom­mer­ce.

Pero, ¿qué son los famo­sos mar­ket­pla­ces? Son una muy bue­na opción para los comer­cios nue­vos que requie­ren rea­li­zar un pro­ce­so de cali­dad a su mer­ca­do onli­ne sin tener que gas­tar de más y sin con­tra­tar a ter­ce­ros que se encar­guen de la crea­ción en la estra­te­gia de mar­ke­ting 2.0.

Y… ¿cuá­les son sus bene­fi­cios? Esta solu­ción tem­po­ral supera los obs­tácu­los que repre­sen­ta ser un nue­vo nego­cio en el mun­do digi­tal. Podría­mos pen­sar que la ven­ta pasa por un inter­me­dia­rio don­de se pue­den subir pro­duc­tos en un pro­gra­ma que eje­cu­te la ven­ta de pro­duc­tos y ser­vi­cios.

Lo impor­tan­te es crear sitios que no sólo se encar­guen de poner al ser­vi­cio del comer­cian­te una pla­ta­for­ma de ven­ta, sino tam­bién de rea­li­zar todos los pasos rela­cio­na­dos con las tran­sac­cio­nes, pro­mo­cio­nes y dis­tri­bu­cio­nes al clien­te final.

El valor agre­ga­do que tie­ne el famo­so mar­ket­pla­ce es el de incluir la logís­ti­ca, pues por lo gene­ral los pun­tos de ven­ta onli­ne se con­vier­ten en tien­das físi­cas ya que al final el pro­pie­ta­rio es el encar­ga­do de man­dar el pro­duc­to al com­pra­dor. Cabe men­cio­nar que estos mar­ket­pla­ces cobran una comi­sión pre­via­men­te acor­da­da por cada pro­duc­to ven­di­do, es decir, si tu pro­duc­to se ven­de tu pagas y vice­ver­sa, así habrás podi­do tes­tear con éxi­to el mer­ca­do para veri­fi­car si real­men­te el públi­co onli­ne está intere­sa­do en tus artícu­los.