La narrativa en la publicidad actual se está consolidando con éxito en el formato largo como el vehículo preferido para contar historias más ricas y cinematográficas. En campañas creativas exitosas se aprecia la fuerza que tienen los anuncios que van más allá de los 30 o 60 segundos para contar historias más ricas, más sorprendentes y más memorables.
En un compendio de cinco campañas creativas con las características mencionadas, la versatilidad de la temática es muy amplia, desde comedia de enredo con estrellas de Hollywood hasta el metahorror de un snack infantil, demostrando la audacia y talento de los anunciantes y agencias a nivel global.
- Skip: Movie ideas? Hard. Everything else? Easier with Skip!
La marca canadiense de reparto Skip presenta una ingeniosa pieza desarrollada por la agencia Courage. El anuncio, dirigido por los cineastas Seth Rogen y Evan Goldberg, aborda con humor la parálisis creativa.
La trama muestra al dúo intentando generar una idea cinematográfica creíble; sin embargo, se topan con un problema insalvable: la comodidad. Dado que Skip “reparte literalmente de todo”, los personajes no tienen motivos para levantarse del sofá ni enfrentarse a conflictos. La lluvia de ideas del dúo se convierte en una espiral cómica de conveniencia, con agujeros en la trama acumulándose más rápido que las bolsas de comida para llevar.
El trabajo, realizado en colaboración con Spy Films, convierte hábilmente el bloqueo del escritor en una poderosa estrategia de marca: ¿quién necesita conflicto cuando tu héroe puede simplemente pedir más bocadillos?
- Uber: There are drivers in your area (In good time)
Uber y la agencia Mother New York cambian el escenario urbano por la serenidad suburbana en una oda cinematográfica al movimiento cotidiano. El anuncio, un film de larga duración titulado In Good Time, dirigido por Michael Spiccia, funciona como una ingeniosa comedia romántica con dos protagonistas, una serie de viajes e infinitas posibilidades.
La campaña abandona los rascacielos por los edificios de dos plantas para capturar la coreografía silenciosa de los suburbios modernos. La pieza logra que Uber sea menos una aplicación y más un discreto cómplice de todos los pequeños viajes entre los grandes, demostrando que los momentos pequeños, pero cinematográficos, también tienen su espacio en la narrativa de las grandes marcas de movilidad.
- Spotify: Tunetorials
La plataforma de streaming Spotify y la agencia FCB New York han logrado transformar la estrategia publicitaria en un producto de entretenimiento. La campaña Tunetorials aborda la compra de medios transformándola en un lanzamiento musical a toda máquina, con seis temas originales que enseñan lecciones de ritmo y ROI (Retorno de la Inversión).
Cada canción remezcla la ciencia de la segmentación, la medición y la optimización con ritmos pegajosos y visuales ingeniosos. Con la participación de artistas emergentes como Alex Lilly, Carter Ace y BIG SIS, Tunetorials se presenta como una excelente continuación de Spreadbeats, una de las mejores campañas B2B de los últimos años.
- Olga Basha: New Jeans
La marca de moda Olga Basha se distingue con un cortometraje sutil y divertido dirigido por Matías & Matías. El anuncio, ambientado en Nueva York, sigue a dos amigas que quedan deslumbradas por un hombre cuyos vaqueros “hablan por sí solos”. La admiración se transforma en una “obsesión” cómica cuando los impecables vaqueros de la marca superan los cuestionables modales del portador.
La pieza, enmarcada en un estilo de cine independiente con una curiosa mezcla de humor irónico y estilo urbano, es una de las piezas de moda más innovadoras del momento, en mérito a su ingenio y elegante sequedad.
- Gushers: FruitHead
A un par de semanas de Halloween, brilla en el escenario publicitario el snack infantil Gushers, de General Mills, y la agencia Imagine Entertainment, gracias al cortometraje de terror FruitHead. La campaña relata que un niño, cuya cabeza se transformó en una fruta en un surrealista anuncio de los años 90, nunca se recuperó y ahora busca vengarse del director del anuncio.
El metaconcepto es muy ingenioso, y la dirección de Mike Diva es impecable. La pieza logra el equilibrio perfecto entre lo aterrador y lo exagerado gracias a la actuación de Chester Collins (como FruitHead) y Bradley Whitford (como el director).