Los tres propósitos que deberían seguir los CMO en 2018

Los tres propósitos que deberían seguir los CMO en 2018

cmo2Antes de los 2017 CMO Awards se sen­ta­ron a la mesa 22 CMO (Chief Mar­ke­ting Offi­cer)  para dilu­ci­dar 22 dife­ren­tes tipos de pro­ble­mas que encon­tra­ban en su tra­ba­jo dia­rio, que van des­de la indus­tria, el pro­duct mix, el tama­ño de la empre­sa, la dis­tri­bu­ción, el lide­raz­go de los CEO, la estruc­tu­ra orga­ni­za­ti­va, las res­pon­sa­bi­li­da­des y ocu­pa­cio­nes de los CMO, entre otros.

Inde­pen­dien­te­men­te de la com­pa­ñía, el tra­ba­jo de un CMO es muy duro. Por un lado, las cir­cuns­tan­cias varían amplia­men­te de un tra­ba­jo a otro. “Es el per­fil más per­so­na­li­za­do en C‑Suite”, dijo Kris­ti May­nor, que reclu­ta y ase­so­ra CMOs en todo el mun­do para la fir­ma Egon Zehn­der. “Encuen­tre un CMO que diga que su tra­ba­jo es fácil y le mos­tra­ré uno que nece­si­ta actua­li­zar su currí­cu­lum”, bro­meó.

Una segun­da cues­tión es que mien­tras que las cir­cuns­tan­cias pue­den variar, la carre­te­ra hacia el éxi­to como CMO está pavi­men­ta­da del mis­mo modo: fijar obje­ti­vos cla­ros y medi­bles, desa­rro­llar un gran equi­po y tener líneas abier­tas de comu­ni­ca­ción. Estas estra­te­gias pue­de que no alcan­cen a sal­var un bar­co que nau­fra­ga, pero sí darán al CMO una opor­tu­ni­dad de dejar hue­lla en la orga­ni­za­ción, espe­cial­men­te si adop­ta las siguien­tes tres reso­lu­cio­nes:

  • cmoSim­pli­fi­car­lo todo. Aun­que el mar­ke­ting es muy com­ple­jo, espe­cial­men­te por la frag­men­ta­ción y dis­rup­ción de medios y cana­les, los pla­nes de mar­ke­ting de varias pági­nas se cen­tran más en las vici­si­tu­des tec­no­ló­gi­cas que en ofre­cer ideas de mar­ke­ting como tal, que sue­len estar rele­ga­das al apén­di­ce. Por ello, crear un plan de mar­ke­ting de una sola pági­na debe­ría no solo ser fac­ti­ble, sino impe­ra­ti­vo, aun­que sea más fácil decir­lo que hacer­lo.
  • Asu­mir ries­gos. Des­afor­tu­na­da­men­te, el tra­ba­jo de un CMO con­lle­va más luchas a con­tra­rre­loj que el de los otros direc­ti­vos. El mejor camino, iró­ni­ca­men­te, no es tomar la ruta segu­ra, sino asu­mir ries­gos per­so­na­les. “Se debe­ría tener el 90% del plan orde­na­do de for­ma sóli­da y defen­di­ble, pero el horno ofre­ce la posi­bi­li­dad de expe­ri­men­tar”, acla­ró May­nor. Es posi­ble que estos expe­ri­men­tos no garan­ti­cen la segu­ri­dad labo­ral, pero sí darán la satis­fac­ción de haber rea­li­za­do el mejor esfuer­zo.
  • Cul­ti­var la pro­pia curio­si­dad. Los CMO de la mesa, a pesar de sus cami­nos per­so­na­les, esta­ban intere­sa­dos en la situa­ción de los demás. Se crea una espe­cie de fra­ter­ni­dad, con una misión y un pro­pó­si­to comu­nes. Por lo tan­to, el inte­rés de unos en otros no debe­ría ser sor­pren­den­te. Cuan­do la curio­si­dad se vuel­ve un hábi­to, el tra­ba­jo mejo­ra y el direc­ti­vo se sien­te mucho más pre­pa­ra­do para con­se­guir su pró­xi­mo obje­ti­vo.