Si bien la auto­ma­ti­za­ción ha gana­do terreno en las com­pa­ñías para opti­mi­zar sus pro­ce­sos inter­nos, y los chat­bots están sus­ti­tu­yen­do los pues­tos de aten­ción al clien­te, toda­vía que­dan pues­tos de tra­ba­jo irrem­pla­za­bles, como las áreas de reclu­ta­mien­to, don­de el per­so­nal no es sus­ti­tui­ble o son los que mani­pu­lan los pro­ce­sos de inte­li­gen­cia arti­fi­cial.

La Chief Finan­cial Offi­cer esti­ma que la inte­li­gen­cia arti­fi­cial no tie­ne mucho cupo en áreas como el mar­ke­ting, ya que los roles que impli­can un alto nivel de inte­li­gen­cia social e ideas ori­gi­na­les son menos pro­pen­sos a ser reem­pla­za­dos por máqui­nas. Ade­más, la toma de deci­sio­nes requie­re de con­trol humano, así como las ven­tas, las nego­cia­cio­nes y el apren­di­za­je auto­má­ti­co en chat­bots, los cua­les requie­ren for­zo­sa­men­te inter­ven­ción huma­na.

Asi­mis­mo, la crea­ti­vi­dad empre­sa­rial requie­re de per­so­nas que tra­ba­jen y dise­ñen estra­te­gias. El por­tal Tic­beat esti­mó que los empleos que no tie­nen peli­gro de ser sus­ti­tui­dos por robots están los ciru­ja­nos, pro­fe­sio­nis­tas crea­ti­vos, dise­ña­do­res de moda, de video­jue­gos, ani­ma­do­res digi­ta­les, y los que requie­ran habi­li­da­des de com­por­ta­mien­to social, como per­sua­sión y nego­cia­ción, ya sea abo­ga­dos, dele­ga­dos y pro­fe­so­res.

Otro empleo humano que pare­ce que no podrá ser sus­ti­tui­do por robots es el cien­tí­fi­co de datos, el cual tie­ne que sumar, divi­dir, repen­sar, aunar cua­li­da­des, es decir, alguien que nece­si­ta enten­der el eco­sis­te­ma don­de esos datos se han gene­ra­do para obte­ner las mejo­res ideas.

Par­te de los bots, chat­bots, máqui­nas, inte­li­gen­cia arti­fi­cial y pro­ce­sos de auto­ma­ti­za­ción que no sus­ti­tui­rán a los tra­ba­jos huma­nos son aque­llos que no requie­ran una gran reco­lec­ción de datos, sólo el volu­men nece­sa­rio con las visua­li­za­cio­nes nece­sa­rias, entre otros.