Un nuevo informe revela que las empresas de la región destinan una media de 49 especialistas a estas tecnologías, superando el promedio global, aunque enfrentan mayores retos de infraestructura que EE. UU. o Asia.
En un entorno digital día a día más competitivo, las empresas de la región de Europa, Oriente Medio y África (EMEA) están apostando decididamente por la inteligencia artificial (IA) conversacional como motor clave para la innovación y la retención de usuarios. Así lo confirma Twilio, la plataforma líder de interacción con el cliente, que ha presentado hoy los resultados de su informe global titulado Inside the Conversational AI Revolution: How to Win the Race to Deliver Exceptional Experiences.
La investigación, que ofrece una radiografía detallada del estado de la tecnología en la región, se basa en una extensa encuesta realizada a más de 4.800 consumidores y 457 líderes empresariales distribuidos en 15 países europeos. Los hallazgos sugieren que la IA se está integrando estructuralmente en las operaciones para mejorar el servicio al cliente y modernizar los ecosistemas digitales.
España y el contexto regional
El informe presta especial atención a la posición de España dentro de este panorama de adopción tecnológica. Según los datos de Twilio, el 60% de las organizaciones españolas encuestadas afirman encontrarse ya en las etapas finales o haber completado la implementación de soluciones de IA conversacional. Aunque esta cifra demuestra un avance significativo, sitúa al país ligeramente por debajo de la media mundial, que alcanza el 66%.
Sin embargo, donde la región EMEA destaca sobradamente es en la asignación de recursos humanos. En cifras, las empresas de esta zona dedican un promedio de 49 especialistas al desarrollo y mantenimiento de estas soluciones de inteligencia artificial, número muy superior a la media global, que se sitúa en 36 especialistas, lo que denota un enfoque intensivo en la calidad y la supervisión humana de los sistemas automatizados.
Peter Bell, vicepresidente de marketing de Twilio para la región EMEA, valoró la magnitud de esta apuesta estratégica: “El compromiso con la IA conversacional en toda la región EMEA es sorprendente: estamos viendo importantes inversiones en presupuesto, personal y recursos”. Bell advirtió además sobre las necesidades futuras de gestión: “A medida que la IA madura, el reto para los líderes es mantenerse implacablemente ágiles, asegurándose de que sus sistemas se adapten a las necesidades de los clientes, al tiempo que se prioriza la transparencia y se genera una confianza duradera”.
Estrategia a largo plazo y obstáculos técnicos
En otra faceta, la adopción de la tecnología no es uniforme. La inmensa mayoría de las organizaciones (88%) está optando por un enfoque multimodelo, utilizando varios sistemas de forma simultánea para equilibrar la innovación con la seguridad. Además, el 54% de las empresas espera mantener sus resultados actuales durante más de un año, indicador de que la región prioriza el valor sostenible a largo plazo frente a una sustitución tecnológica rápida.
No obstante, el camino tiene sus baches. El estudio revela que las organizaciones de EMEA tienen casi el doble de probabilidades que sus homólogas en Estados Unidos o Asia-Pacífico (APAC) de citar la compatibilidad de la infraestructura existente como su mayor obstáculo. A esto se suma una cautela regional respecto a los datos: solo el 42% de las empresas confía plenamente en los modelos de IA. Pero, como una ventaja que contribuye a equilibrar el panorama, las compañías de la región tienden a basar su personalización en datos más “seguros” y verificables, como la ubicación y los dispositivos (46%), alineándose con un entorno normativo estricto.
El enfoque en la lealtad y el servicio
Finalmente, el informe de Twilio desglosa el uso práctico de estas herramientas. Más allá de las redes sociales, la IA conversacional en EMEA se destina principalmente a la documentación técnica y preguntas frecuentes (59%) y al chat en sitios web (54%).
Las motivaciones detrás de estas implementaciones son claras: la innovación de marca (58%), la eficiencia de los agentes (52%) y la fidelidad de los clientes (48%). Para medir el éxito, las empresas priorizan métricas tangibles de satisfacción, como la resolución de quejas (51%) y la retención de clientes (42%), demostrando que el objetivo final es construir relaciones sólidas por encima de la mera automatización de procesos.