Según filtraciones de Bloomberg, los MacBook Pro pudieron tener una mejor autonomía, los MacBook 2016 pudieron tener Touch ID, y el Mac tiene menos relevancia a nivel interno que nunca. El marketing ganó el pulso a la ingeniería.
Desde la presentación del MacBook 2015, el público ha criticado incesantemente el trabajo de Apple en la gama Mac. La compañía ha impulsado la creación de productos más delgados y atractivos visualmente, dando una menor relevancia a la potencia de sus equipos. El resultado han sido críticas constantes por parte de sus usuarios tradicionales, los cuales hablan de “estancamiento” y “menor atención” a la gama Mac.
Una nueva pieza en Bloomberg firmada por Mark Gurman, periodista conocido por sus continuas filtraciones sobre la compañía de Cupertino, da más luz sobre la situación interna de Apple, lo que está ocurriendo en el equipo de ingeniería y cómo el equipo de marketing y ventas toma cada vez más valor en el desarrollo de productos.
Los MacBook Pro pudieron tener una mayor autonomía
Según las fuentes propias de Bloomberg, el MacBook Pro presentado por Apple en octubre no es el MacBook Pro que la compañía de Cupertino planificaba lanzar al mercado. Apple dejó en el tintero una nueva tecnología de batería que aportaba una mejora sustancial en autonomía, pero un pequeño error detectado en la fase de desarrollo puso en riesgo el lanzamiento antes de la campaña navideña.
Ante esta dificultad, se desechó la nueva tecnología y se incorporó un sistema de baterías tradicional. La prioridad era asegurar el lanzamiento del producto antes de la campaña navideña. La presión de los equipos de marketing acabó surtiendo efecto y los MacBook Pro, al menos en su primera versión, quedaron sin la autonomía prevista.
Los MacBook 2016 podrían haber llegado con Touch ID y más puertos USB
Pero, en su lugar, llegó con un chip ligeramente más rápido y un nuevo color. Varios ingenieros de Apple intentaron llevar el lector Touch ID y un puerto USB Type‑C extra, pero la propuesta fue desechada.
El Mac está teniendo una menor relevancia de la que antes tenía
A nivel interno, el Mac tiene menos relevancia que antes. El equipo Mac ha perdido influencia frente al equipo de diseño industrial liderado por Jony Ive. Lo mismo ha sucedido frente al equipo de software de la compañía estadounidense.
Las fuentes de Gurman también apuntan a una falta de dirección clara por parte de los jefes de desarrollo y, sobre todo, a la marcha de personas clave del equipo Mac (hacia otras compañías o hacia otros equipos de desarrollo de la compañía).
Una mayor prioridad al iPhone y la movilidad
El equipo de desarrollo de software ha sido reorganizado por Apple. Ya no existe un equipo de desarrollo exclusivo para el Mac. Ahora hay un solo equipo, y la mayoría de los ingenieros son iOS first. De esta forma, ambas plataformas comparten más elementos y recursos que nunca.
Esta distribución sostiene la creciente idea de que Apple es una compañía cada vez más mobile, algo que también se aprecia en los Macs lanzados recientemente: menos puertos, menor grosor, menor peso… y casi a cualquier precio.
Desarrollos en paralelo e ineficiencia
Del MacBook 2015 existían, a nivel interno, dos versiones. Una menos agresiva en diseño y otra, la finalmente lanzada al mercado, más delgada. Los equipos trabajaron en ambos modelos durante un tiempo, hasta que lanzaron la segunda versión en 2015. En el pasado, Apple solía desarrollar una única versión de cada producto, centralizando más los recursos de la compañía. Este desarrollo en paralelo, aplicado también a otros productos, retrasó el lanzamiento del nuevo MacBook de 2014 a 2015.